Un 4 de abril de 2024, un equipo de pueblo llamado Girona FC consiguió por primera vez una clasificación europea, una clasificación a la mayor competición de clubes del mundo. Una ciudad de poco más de 100.000 habitantes consiguió ayer este hito histórico delante de su gente, en Montilivi, el escenario de los sueños.
Quién le iba a decir al aficionado del Girona en 2013 que en 10 años pasaría de estar luchando por el ascenso a Segunda División con el Llagostera o el Palamós a entrar en Champions League a falta de 4 jornadas y como segundos clasificados, de momento.
El día de ayer fue una fiesta en la ciudad de Girona. Si a algún aficionado le hubiesen preguntado su partido soñado para clasificar finalmente a Champions, te hubiese descrito este mismo partido. El rival, el Barça, un derbi catalán por todo lo alto, como nunca antes había habido uno. Una lucha por la segunda plaza y la consecuencia de disputar la Supercopa de España en Arabia Saudí la próxima temporada. Una tarde que parecía tranquila en Girona, a las 18:00 de la tarde, se volvió una de las noches más históricas de la ciudad.
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Una reacción de Champions
La tarde en Montilivi no iba a iniciar con el mejor sabor de boca, ya que a los 3 minutos de partido, Andreas Christensen se vestía de Zinedine Zidane y anotaba una volea a la altura de pocos. Pero rápidamente, los de Míchel reaccionaron al gol culé y en la siguiente jugada, Dobvyk se encargó de calmar las aguas y empatar el partido con un cabezazo tras un centro milimétrico de Savinho.
| Hacemos un alto en el camino para recordar que Artem Dovbyk sigue siendo el pichichi de la Liga EA Sports con 20 goles a falta de cuatro jornadas para el final de liga. |
El ritmo de partido era frenético, ocasiones para ambos lados. Hasta que en un momento dado, Lamine Yamal corrió la banda y se metió para dentro, Miguel le intento parar, pero le puso el pie detrás y cometió penalti claro. Penalti que parecía claro, menos para el colegiado Hernández Hernández, quien tuvo que ir al VAR a revisarlo y, finalmente, pitar penalti que transformaba Robert Lewandowski.
Tras la media parte, el Girona salía desordenado y concediendo muchas ocasiones a los visitantes, quiénes no supieron materializar y lo pagaron claro. Pero hubo un momento clave en el partido, todo empezó desde la cabeza de Míchel. El madrileño pensó en hacer cambios para agitar el partido y cambiar la dinámica arrolladora del juego del Barça.
Saltaba al campo un hombre muy querido en Montilivi, un "real", uno de los que estuvo en las malas del club y que se fue al Getafe y volvió, para hacer historia. Era el minuto 65 de partido, Míchel introducía a Yan Couto por Viktor Tsygankov y quitaba a David López para sacarlo a él...
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Christian Portugués "Portu" Manzanera
31 años, de Murcia. Ayer Portu se consolidó como una de las leyendas más grandes de la historia del Girona FC, por si no lo era antes.
Tras salir en el minuto 65, a Portu le bastaron segundos, literalmente, en aprovechar un error de Sergi Roberto y empujarla a placer después del pase de Dobvyk. Empate a 2 que encendía de nuevo la caldera de Montilivi, y más que se iba a encender. Nada más anotar el gol del empate, otra gran jugada de Portu acababa en el gol de Miguel Gutiérrez que ponía al Girona por delante y remontaban el encuentro en tan solo 5 minutos.
El sueño de la Champions estaba ya a tocar para los gerundenses, pero, por si fuera poco, alguien conocido se encargó de finiquitar el trabajo y desatar la locura en Girona.
De esta manera remató Portu la volea, y el partido. Un gol de ensueño para él y para todo el equipo, que veía como volvían a ganar al Barça, anotando 4 goles, y esta vez, servía para clasificarse a la Champions League.
La actuación de Christian Portugués se recordará en los libros de historia de nuestra liga española. Pero también se recordará como historia del futbol mundial, a la altura de los 5 goles en 9 minutos de Robert Lewandowski ante el Wolfsburg con el Bayern, o el partido antológico de Arshavin con el Arsenal frente al Liverpool de Rafa Benítez. Así están las cosas tirando de panenkismo, pero hablando como aficionado del futbol, lo de Portu ayer fue una auténtica barbaridad y obra de arte futbolística.
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Míchel, el hombre de la noche
No malinterpretéis, fue el hombre de la noche en clave futbol, no sabemos quién agitó más tarde la fiesta en el vestuario. Ayer Míchel Sánchez se coronó como uno de los mejores entrenadores del mundo. Con una plantilla que aspiraba a no descender y con fichajes que, junto a Quique Cárcel, eran de poca aura, ha conseguido lo impensable, que era disputar la Champions.
La imagen del partido la protagonizó Míchel, antes de finalizar siquiera el encuentro, se fue directamente a la grada para abrazar a su familia, porque sí, lo habían conseguido...
Pletórico, Michel salió a hablar a rueda de prensa después de hacer historia, no solo por conseguir el premio de la Champions, sino por ser el primer equipo catalán en ganar al FC Barcelona en los dos partidos de liga en una misma temporada.
Míchel dejó una respuesta para la historia y a la vez, un deseo "En el Rayo se cantaba Rayo-Liverpool, y quiero jugar contra el Liverpool. Y ojalá con algún histórico, el Bayern de Múnich, la Juventus, el Milán, el Inter... quiero ir a Anfield y pido en casa el Inter, el Bayer... para que la gente disfrute. Me encantó el muro del Borussia Dortmund...".
Disfrutando como uno más, Michel vive sus mejores momentos como técnico desde que inició su carrera en el Rayo Vallecano. Son momentos de felicidad en Girona, momentos que el club se los ha merecido con el gran trabajo que han hecho "detrás de cámaras" y que han dado sus frutos.
El viernes hay otro partido, pero seamos realistas, el trabajo está más que hecho...
