El Gran Premio de Rusia celebrado el 26 de septiembre de 2021 fue uno de los eventos que más emoción brindaron a la temporada de Fórmula 1 de aquel año. Fue un evento memorable y al mismo tiempo un momento destacable por el desempeño de Lando Norris, el joven piloto de McLaren que consiguió liderar gran parte de la carrera en un circuito lleno de giros y un tiempo inesperado.
Esta carrera fue el resultado del primer intento de conseguir una victoria en la competición por parte de Lando Norris, pero la frustración de no conseguirlo repercutió considerablemente en el resto de la temporada.
Todos los focos puestos en Verstappen y Hamilton
Para variar y como en cualquier carrera, la preocupación de todos los medios de comunicación y de los equipos estaba situado en Max Verstappen y Lewis Hamilton, que esa temporada estuvieron reñidos a puntos hasta la carrera final y no se decidió nada hasta la última vuelta. Un circuito como Sochi, en el que puede suceder cualquier cosa, era un escenario perfecto para que estos dos pilotos se enfrentaran y dieran pie a un espectáculo digno al sitio en el que estaban, al igual que había sucedido en lugares anteriores.
A parte, ambos pilotos venían arrastrando del Gran Premio de Monza consecuencias debido al accidente que tuvieron. Verstappen estaba sancionado con tres sanciones por subirse encima del coche de su rival y Hamilton estaba llamado la atención.
Pero no fueron ellos dos quieren captaron la atención del público, sino Lando Norris con un McLaren al cual le incorporaron mejoras a partir del parón de verano y que vio resultados un par de semanas antes consiguiendo un brillante P1 y P2 liderado por su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, después de llevar años sin colocar el coche en una posición tan alta. Con el McLaren en las mejores condiciones posibles y un piloto que había mostrado un rendimiento consistente a lo largo del año, estaba en la mejor pista de baile para demostrar su talento.
Domingo de carrera después de un sabado de Pole
Después de que el sábado Lando Norris consiguiera la Pole y se asegurara salir desde la primera posición, consiguió mostrar su determinación y las ganas que tenía de ganar ese Gran Premio. A medida que la carrera avanzaba, el joven británico continuaba escalando posiciones y demostrado su habilidad para manejar la presión de competir en un circuito tan exigente como el de Sochi.
Nunca se había visto liderando una carrera y se tenía que asegurar de hacerlo bien, y de hacer que eso perdurara, por lo que cada vuelta que pasaba, la emoción iba creciendo, y las posibilidades de que ganara se iban haciendo más tangibles. Ya no era solo un sueño.
El momento clave llegó en las primeras etapas de la carrera, cuando consiguió situarse detrás del Mercedes de Hamilton y delante del Red Bull de Verstappen, estaba en medio de un sandwich muy peligroso. Era un momento para mantener la concentración y presionar lo máximo posible a su compratiota para que cediera la posición mientras lidaba con el holandés tras él que necesitaba urgentemente esos puntos si quería llevarse el mundial a su territorio.
Sorprendió a todos manteniendo la compostura y no dejando margen de error para que Verstappen pudiera colarse por ningun hueco y superarle.
Las vueltas iban pasando y la bandera de cuadros cada vez estaba más cerca. Al igual que Norris de Hamilton. Pero un giro de los acontecimientos sorprendió a todos y la lluvia comenzó a caer en Rusia. Había llovido todo el fin de semana y durante la carrera no iba a ser menos, pero no se esperaba que fuera a ser con tanta intensidad, ni justo en el último momento. Lo que había empezado con pequeñas gotas acabó con un diluvio que condicionó el final de la carrera.
El que más sufrió los daños fue Norris, que después de superar a Hamilton y ser líder por 50 vueltas, su equipo confió ciegamente en él y pusieron en sus manos la decisión de si entraba a boxes para las tres últimas vueltas que quedaban de carrera o se arriesgaba con los neumáticos que llevaba y con ellos cruzaba la línea de meta.
El joven británico se decantó por la segunda opción y no pudo salirle peor, haciendo un trompo en una de las curvas y saliéndose del trazado. Perdió su liderato y la posibilidad de podio. Todo por lo que se había esforzado el fin de semana se vio arrebatado ante sus ojos de un plumazo. Mientras todos entraban a boxes porque la lluvia aminoraba, él trataba en vano de aguantar con sus neumáticos, pero era imposible no patinar y le tocó entrar a boxes más tarde que el resto, acabando en una desafortunada séptima posición.
El ganador sería Lewis Hamilton, que sería una victoria muy especial porque sería la número 100 en su carrera. Estaría acompañado en el podio de Max Verstappen y de Carlos Sainz, que en la rueda de prensa comentaría apenado la mala suerte de su ex-compañero de McLaren y le desearía lo mejor de cara a próximas carreras.
A pesar de no lograr la victoria en Sochi, la actuación de Lando Norris fue elogiada por pilotos, escuderías y los aficionados; reconfortándolo con que todos habían tomado malas decisiones previamente. Pero esta carrera sería decisiva para el piloto en su carrera, condicionándolo el resto de la temporada y las tres siguientes. Hasta este fin de semana pasado, en Miami, que se alzaría con la victoria después de un buen aprovechado Safety Car.