El Real Betis recibió al Sevilla FC en la 33ª jornada de LaLiga EA Sports. El Gran Derbi prometía mucho, y fue el Betis de la mano de Isco Alarcón el primero en adelantarse en el electrónico. Sin embargo, un testarazo de Kike Salas aguó la fiesta a los béticos y puso el definitivo 1-1 en el marcador. El Betis se queda así séptimo, con 49 puntos y a dos de la Europa League, mientras que el Sevilla se mantiene en la 13ª plaza con 38 puntos, con la permanencia ya virtualmente certificada.

Un gol para la locura

El ambiente del Benito Villamarín fue indescriptible y sobrecogedor; lo propio de un Derbi andaluz. ‘’Balompié, esencia, tradición, idiosincrasia y sevillanía’’ era el mensaje que se podía leer, justo encima de un tifo que ejemplificaba los momentos cumbre anuales de Sevilla, como la Feria de Abril o la Semana Santa, todo ello en el escenario del Callejón del Agua. Con el tifo desplegado, más de 55.000 personas recibieron a los 22 protagonistas cantando a capella el himno verdiblanco. 

Con los nervios aún a flor de piel, ninguno de los dos equipos fue capaz de asentar su juego en los primeros veinte minutos. El primer revés se lo llevó el Sevilla, cuando Isaac Romero se tiró al suelo tras sentir un pinchazo en la zona isquiotibial. El canterano nervionense tuvo que marcharse en camilla tras ser atendido por los servicios médicos. Sin embargo, también fueron los visitantes quienes dieron el primer susto, pues tras un saque de banda al área de castigo, la zaga heliopolitana despejó mal y En-Nesiry estrelló el balón en la madera. El rebote le cayó a Lukebakio, recién entrado al terreno de juego, pero con Rui Silva vencido, le pasó el balón con la testa a Ocampos, que del mismo modo anotó el que parecía el primer tanto. Sin embargo, en el pase de Lukebakio a Ocampos, el argentino estaba por delante del balón, y por lo tanto se anuló el gol.

Después del gol anulado, el partido se abrió un poco y el Betis tuvo su primera ocasión. Isco buscaba con una trivela maravillosa a Bakambu, pero Nyland se interpuso y el rechace cayó en las botas de Fornals, que de volea estuvo apunto de poner el 1-0, de no ser por una vital intervención de Sergio Ramos bajo palos. En ese mismo córner, nuevamente Fornals buscó un centro al área, pero Lukebakio lo cortó con el brazo mientras se giraba. Sánchez Martínez señaló el penalti e Isco lo transformó a pesar de que Nyland lo rozó con la punta de los dedos. El rugido del feudo verdiblanco fue memorable, el escándalo que se montó en Heliópolis hacía temblar a las cámaras de televisión, que intentando estabilizarse, mostraban a Isco besarse el escudo. La infalible ley del ex golpeó de nuevo, y tras unos minutos en los que se jugó con más corazón que cabeza, los dos conjuntos se marcharon a vestuarios.

Isco celebrando su tanto | Foto: Lince.
Isco celebrando su tanto | Foto: Lince.

La igualada visitante

El segundo tiempo pedía salsa, pedía velocidad y aceleración. Apenas pasados tres minutos de juego, Bakambu recibió un pase filtrado que le dejaba mano a mano, pero justo antes de definir, se llevó la mano a la pierna y no pudo efectuar un buen disparo. El congoleño quedó tendido en el verde y al igual que Isaac Romero en el primer tiempo, no pudo abandonar el terreno de juego por su propio pie. De nuevo, dos minutos después, un pase igual dejó a Ayoze en la misma situación; rompió a Badé pero Nyland sacó una mano milagrosa para evitar el 2-0 en el 52’. Espacios y espacios, pero Abde seguía sentado en el banquillo, ya se hablará de ello tras terminar la crónica del partido.

Con el Real Betis más dominante que nunca. Quique Sánchez Flores sacó a Kike Salas para cerrar huecos atrás, pero el canterano tiró de pundonor sevillista y puso el empate en el marcador con un testarazo imparable cercanos a la hora de juego. El tanto del zaguero enmudeció a un Benito Villamarín que no se lo podía creer, pues cuando más cercano parecía el gol de la tranquilidad, Kike Salas anotó el último gol del encuentro. 

Kike Salas poniendo las tablas | Foto: Agencia EFE.
Kike Salas poniendo las tablas | Foto: Agencia EFE.

De manera repentina, la calma que envolvía el estadio sevillano se convirtió en una protesta general; Isco estaba tumbado en el área con la mano en la cara, y tras consultarlo con el linier, Sánchez Martínez señaló penalti. En la repetición se apreciaba como Badé, zafándose de Isco, rozó al andaluz en la cara con la mano, pero tras la revisión del VAR, el colegiado murciano cambió su decisión inicial y no señaló la pena máxima.

La última media hora de juego fue una repetición del comienzo del partido, trabada y esta vez con faltas constantes del Sevilla, que se resguardó en su área para preservar el valioso empate. Isco tuvo la última antes de marcharse sustituido, pero Nyland sacó el chut del malagueño. La más clara, sin embargo, fue un cabezazo de Abde que se marchó directo al travesaño en el minuto 87’. Así, sin tiempo para más, acabó el derbi sevillano con empate.

La ''Isco dependencia''

El Real Betis Balompié tiene un problema crítico, que se llama ‘’Isco dependencia’’. La Isco dependencia no es ni más ni menos que la necesidad total de contar con Isco en el campo para elaborar un buen juego y obtener resultados positivos. En la primera media hora de partido, la estrella exmadridista no se ofreció tanto como en otras ocasiones, y como consecuencia, el Real Betis no fue capaz de pisar en ninguna ocasión el área visitante. La primera ocasión del Betis nace de un pase con el exterior de Isco, e inmediatamente, él es el autor del 1-0. En el último cuarto de hora del primer acto, desatado, el Real Betis jugó mucho mejor, pues cuando Isco juega bien, sus compañeros lo hacen por igual. Sin Isco, el Betis es poco, y el finde que viene no estará en Pamplona, así que el ingeniero tendrá que arreglárselas para hacer funcionar a un coche sin motor.

Otra cuestión a analizar es el problema interno de Abde y Pellegrini. El marroquí es el jugador con más desborde de la plantilla verdiblanca y ha llegado a ser titular con el Barça, pero aún así, no hay manera de que ‘’Don Manué’’ y Abde hagan las paces. En el Gran Derbi, cuando se requería de su presencia desde el minuto 50’, saltó al campo en el minuto 83’, y aún así fue capaz de estrellar un cabezazo al larguero nada más salir. Descartando mantenerse en el Barça y rechazando la oferta del Bayer Leverkusen, Abde eligió al Betis por Ramón Planes, pero ahora que el director deportivo ha abandonado la entidad, el marroquíe es totalmente irrelevante para Manuel Pellegrini. El desborde, la calidad y la definición que te proporciona Abde es de las mejores opciones del conjunto andaluz, y cuando el próximo año se marche, porque así lo quiere el club, y haga un papel espectacular, entonces y solo entonces, el Real Betis se dará cuenta del grave error que comete apartando a un jugador de tal calibre.