El derbi de Londres correspondiente a la jornada número 35 nos dejaba prever un duelo de alto calibre, por lo que se jugaban ambos equipos.
Los Spurs recibían a sus vecinos con la misión de fastidiarles las opciones que tienen de ganar la Premier League y con el objetivo puesto en esa cuarta plaza ocupada por el Villa. Por el otro lado, los Gunners se enfrentaban al duelo más difícil que les queda en esa carrera por el título, donde solo parecen quedar ellos y el City tras la caída inesperada de los de Klopp.
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Un castigo desmedido sobre el Tottenham
Empezaron muy bien plantados los locales en el terreno de juego, ejerciendo una muy buena defensa en los primeros 10 minutos, dificultando la creación del Arsenal que le costaba salir de su campo con claridad.
Pero a este Arsenal no lo puedes tomar por un equipo que esta “perdido” en el encuentro porque Arteta ha construido un equipo ganador y los equipos ganadores siempre cuentan con algo de suerte, que es lo que tuvieron cuando en un córner Hojbjerg al intentar despejar el balón se metió un golazo en propia.
Los de Postecoglu no se venían abajo porque sabían que estaban siendo mejores e inmediatamente tuvieron dos ocasiones clarísimas, las dos por parte del “General” Cuti Romero y de cabeza, uno se fue casi rozando el palo y la otra le dio de lleno al poste quedándose a un pelo del empate.
Seguían demostrando que estaban siendo mejores y cuando parecían obtener su recompensa, les anularon el gol de Van de Ven y seguidamente en una contra fabricada por Kai Havertz con un pase estratosférico a Saka y el inglés que lo hace ver todo muy fácil, recorto y la puso rasa al palo más alejado de Vicario.
Dos mazazos muy duros y cualquiera podría pensar que los Lylywhites se vendrían abajo, pero continuaron haciendo daño con llegadas peligrosas con centros laterales, daño que no hacían efectivo, como si lo hizo Havertz en un córner donde remato muy cómodo y donde los Gunners estaban haciendo mucho daño.
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Un final de infarto
Parecía sentenciado el partido con un 0-3 tan solo en la primera mitad, aunque con un castigo muy excesivo para los Spurs que salían a intentar meterse en el partido otra vez mediante el Cuti que se queda de nuevo muy cerca del gol.
Los de Arteta estaban siendo una máquina de efectividad, mediante las ocasiones que tenían y a nada se quedaron de poner el cuarto para una goleada humillante, pero Vicario salvo con una parada milagrosa.
Y cuando el partido estaba en punto muerto con cero emoción, un regalo de Raya al Cuti, sí al Cuti que estaba presionando a los centrales gunners, revivió a la afición presente en el Tottenham Hotspur Stadium.
La afición creía, pero los jugadores parecía que no lo hacían con la misma fe, excepto el central argentino, Cuti Romero, que estaba realizando un partido de auténtico central imperial.
Pero señores, esto es la Premier League y de nuevo cuando parecía ya imposible ese difícil empate del Tottenham, un penalti de Rice sobre Davies en el 85 puso fuego a los minutos finales cuando Son puso el 2-3.
A pesar de eso, ya no le dio a los muchachos de Postecoglu que eso sí murieron de pie atacando sin cesar a sus rivales.