Se abría la jornada número 25 en el Community Stadium con un partido que enfrentaba al Brentford contra el último Liverpool de Klopp. Los "reds" llegaban con la enorme presión continua que les provoca el Manchester City y Arsenal en la pelea por el título. Por el otro lado los locales llegaban tras una victoria contra los Wolves fuera de casa y buscarían sacar algo contra el líder que les permitiera seguir alejandose de los puestos de descenso.
Los de Klopp contaban con un ejemplo reciente de lo que le puede costar a un grande como el City ganar el partido en el campo del Brentford y es que es muy díficil abrir el marcador y si no lo haces pronto, prepárate para pasarlo mal.
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Un uruguayo de sangre fría
El partido comenzó con un aviso del Brentford con un disparo de Janelt fuera del área que dejaba ver que su plan de partido era jugarle de tú a tú al Liverpool. Los de Klopp intentaban acercarse y lo hicieron tras una gran jugada de la sorpresa de esta temporada, Conor Bradley que ponía en aprietos a Flekken que rechazaba el balón para un Jota que tampoco lograba vencerle.
El dominio no parecía ser de ninguno de los dos y las ocasiones venían de ambos lados aunque sin ser claras, hasta una combinación de Maupay y Toney que se iría rozando el palo tras un remate un poco tardío del inglés. El Brentford parecía que llegaba cada vez con más peligro con un gran Maupay que firmó un partido completísimo y tendría casi un uno contra uno Toney tras un pase del francés, amenazando cada vez más al Liverpool.
Pero el Liverpool ya sabemos como se las gasta, y un despeje de Van Dijk tras una falta a favor del Brentford, acabó en la cabeza de Jota que con una prolongación se deshizo del único defensor local dejando solo a Darwin que con una sangre fría alucinante, batía a Flekken con una vaselina tan precisa como bonita y abría el marcador.
Sin embargo, una vez más las lesiones volvían a castigar a los "reds", que se veían obligados a sustituir a Jota que salía del campo de manera preocupante y en camilla, eso sí dejando paso a la vuelta del faraón Mo Salah. Todo esto sucedió tras una lesión de Curtis Jones, que se unía a la lista de la enfermería.
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Errores de guardería
Se presentaba la segunda parte con pocas esperanzas para los de Thomas Frank a sabiendas de lo mucho que le cuestan los partidos una vez estan debajo del marcador y a eso se le suma la autoridad del Liverpool que llevaba nada más y nada menos que 132 partidos sin perder tras ir ganando al descanso.
Todo eso hacía presagiar una segunda parte difícil para los locales que veían como el Liverpool llegaba con facilidad y les daba un aviso Salah fallando una ocasión clarísima con una mala definición. El segundo gol parecía cuestión de minutos y llegó tras un buen pase del egipcio a Mac Allister, que tras un control-regate, metía la puntera para poner el segundo.
Tras esto el partido le resultaría muy cómodo a los del técnico alemán que tocaban el balón con parsimonia debido a la tímida presión del cuadro local. Rozandó el 70, un balón en largo de Kelleher, encontraba a Cody Gakpo que como Jota en la primera mitad peinaba y dejaba solo a un Salah que dejaba atras con facilidad a un Ben Mee desorientado, quedandose solo Collins que trataba de cuerpear con Salah pero este aguantaba y definía como lo suele hacer, poniendo el tercero.
El Brentford tras este gol se fue más arriba encontrando el gol tras un remate de Reguilón que paraba el meta "red" pero que rechazaba dejando el balón para un Toney que no estas no las falla haciendo rugir al Community.
A pesar de esto, el Liverpool no se dejo asustar manteniendo una presión agresiva, evitando así la reacción del Brentford y poniendo el cuarto gol tras otro enorme error en defensa esta vez de Collins que no acertaba en el despeje y llegaba el balón a Luis Diaz que con una gran maniobra se la pasaba a Gakpo que definía perfecto anotando un gol importantísimo para su confianza.