Lejana en el tiempo queda la final de Champions de Saint-Denis o las calles de Liverpool luciendo orgullosas las dos copas nacionales. Apenas 9 meses después de entonar el "Champion in mi city", los Reds se encuentran sumidos en una crisis que no cesa de acentuarse cada día que pasa.

El equipo de Merseyside está siendo uno de los más desafortunados protagonistas en esta atípica temporada de Premier League. Su última y calamitosa derrota ante los Wolves por 3-0 el pasado fin de semana no ha hecho más que evidenciar la pesadilla de la que Jürgen Klopp no logra despertarse.

10º en la clasificación, eliminado de Carabao y FA Cup y con el Real Madrid esperando a la vuelta de la esquina para disputar los octavos de la Champions League. Este es el desolador panorama que vive Anfield en pleno febrero.

  • Una plaga de lesiones innumerable

En un caso similar al del Chelsea, quien vive una realidad deportiva paralela, la crisis de lesionados ha mermado las capacidades del Liverpool prácticamente durante todo el año.

“Si todos estuvieran disponibles, la situación sería distinta”, afirmaba el técnico alemán recientemente.

Y es que la realidad en la enfermería de Melwood es crítica. La plantilla ha sufrido varias lesiones de larga duración como las de Luis Díaz, Diogo Jota o Arthur Melo, quienes llevan de baja desde el mes de octubre. Por otro lado, piezas tan importantes como Roberto Firmino, James Milner o Trent Alexander-Arnold también han sido ausencias recurrentes en el primer tramo de la campaña.

Jugadores como Luis Díaz han estado apartados de los terrenos de juego más de 4 meses / Foto: @LFC
Jugadores como Luis Díaz han estado apartados de los terrenos de juego más de 4 meses / Foto: @LFC

Sin embargo, la mala fortuna, al igual que sucedió en la 20/21, se ha cebado en el apartado defensivo.

El pasado enero se sumaron a la lista dos de los pilares del XI titular como son Virgil Van Dijk e Ibrahima Konaté. Una tesitura que deja al subcampeón de Europa tiritando en el puesto de central justo en la vuelta de la máxima competición de clubes.

Si se echa la vista atrás en aquella campaña poscampeonato, el mes de febrero de aquel 2021 fue tal desastre a nivel de resultados, que prácticamente les sentenció para el resto de la temporada.

Los de Klopp perdieron hasta cuatro partidos seguidos de liga, tres de ellos en Anfield, una dinámica que, agravada por las lesiones y la falta de inversión en el mercado invernal, les dejó fuera de la lucha por la Premier a tres meses de terminar la competición.

Y aquí nace el segundo punto que explica la actualidad del Liverpool: la imposibilidad de combatir las bajas con refuerzos.

Las bajas de Van Dijk y Firmino han sido de las más notorias para la plantilla durante el año / Foto: @LFC
Las bajas de Van Dijk y Firmino han sido de las más notorias para la plantilla durante el año / Foto: @LFC
  • Ausencia de inversión

Si se habla de similitudes deportivas con los blues, también hay que destacar el enfoque diametralmente opuesto que han afrontado sendos clubes en el apartado de fichajes en el mercado invernal.

Los más de €300m de inversión por parte del Chelsea dejan en la cuerda floja el pobre desembolso que ha acometido el Liverpool: €42m en un fichaje, Cody Gakpo.

Si bien es cierto que el neerlandés viene en respuesta a las múltiples bajas en ataque que lleva arrastrando la plantilla desde el inicio, la falta de llegadas que ayuden a Klopp a darle la vuelta a la situación se antoja crucial en el devenir del equipo de aquí a mayo.

Por si esto fuera poco, Gakpo ha estado lejos de poder aportar el rendimiento inmediato que tanto urge en el lado rojo de Mersesyde. El joven extremo no ha podido replicar su gran actuación en el Mundial de Qatar con la camiseta red. Al contrario, lejos de aportar soluciones, parece que su fútbol se ha visto contagiado por la desánimo generalizado que arrastra la plantilla.

La adaptación de Gakpo está siendo más complicada de lo esperado / Foto: @LFC
La adaptación de Gakpo está siendo más complicada de lo esperado / Foto: @LFC

Ya con más de la mitad de la liga consumida, los nervios por ver a este Liverpool fuera de las grandes competiciones europeas la siguiente temporada se acrecientan con cada partido que pasa.

Un duro golpe que sólo podrán evitar los jugadores disponibles haciendo una machada de dimensiones épicas.

Y es que aquí llega el tercer y último punto: el mal momento de las estrellas.

  • La apatía como norma

El colofón a este caldo de desdichas se consuma en el mal estado de forma y anímico que sufren los grandes referentes del vestuario. Jugadores como Trent, Henderson, Robertson, Fabinho o Salah han hecho aguas en mitad de esta tormenta.

Los capitanes han sido incapaces de frenar esta caída libre que parece no tener un fin asignado. Por parte de los laterales, tanto el escocés como el inglés han sufrido un bajón considerable que ya empieza a preocupar en el área técnica, valorando incluso una posible pérdida de titularidad en ciertas fases del año.

Por su lado, el mediocentro brasileño sí se ha visto relegado al banquillo en detrimento de un jovencísimo Bajčetić. Henderson, posiblemente, el único salvable. “Fabinho durante muchos años ha sido absolutamente brillante, pero ahora mismo no funciona”, nota categórica de Jürgen que define bien la situación del pivote.

No obstante, la nota más amarga la está protagonizando la gran estrella de la última década: Mohamed Salah.

Mohamed Salah está siendo uno de los más señalados / Foto: @LFC
Mohamed Salah está siendo uno de los más señalados / Foto: @LFC

El egipcio parece que no se ha terminado de recuperar de aquella final pérdida en la Copa de África y, desde entonces, no ha logrado ser ni la sombra del gran extremo que venía siendo en los últimos años.

Pese a su excelente hacer en la Champions, sus "escasos" 7 goles en Premier a estas alturas de la liga evidencian un indudable bajón en sus cifras goleadoras y todo apunta a que se ve a quedar lejos de superar la veintena de goles por primera vez en cuatro años.

Posiblemente su mal momento sea la mejor forma de representar el bloqueo mental que sufre el Liverpool en estos momentos. Sin embargo, los hexacampeones de Europa todavía están a tiempo de lograr la sincronía que les haga hacer click y mirar por completo el rumbo de este barco encallado.

Queda en manos de Klopp y los jugadores volver a salir a flote y dejar estos siete largos meses en una mala, pero anecdótica pesadilla.