Solidez, inteligencia, constancia, talento... Estas cuatro características son sólo algunas de las que debe poseer cualquier tenista que aspira a ser uno de los mejores del planeta. Y estas cuatro virtudes, entre otras muchas, las reúne Roberto Bautista Agut, el jugador español más en forma en la actualidad y que, además no deja de crecer y evolucionar hasta el punto de golpear con las dos manos las puertas del Top-10 de la clasificación mundial.

Por si fuera poco, otra de las características del castellonense es que todas las virtudes que reúne las expresa en su máximo nivel en cualquier partido, independientemente de la magnitud del rival o del torneo, lo que sin duda sólo puede reportar beneficios a un jugador tan trabajador como el español. Y en unas semifinales de Masters 1.000 y ante un número uno como Novak Djokovic, Roberto Bautista no iba a ser menos e iba a luchar cada punto, una situación que ya conocía el serbio y que había advertido en las horas previas al encuentro, elogiando la actitud del castellonense sobre la pista. 

Bautista y Djokovic llegaban a las semifinales del Masters 1.000 de Shanghái con sensaciones diametralmente opuestas. Mientras el español estaba disputando una de las mejores semanas tenísticas de su carrera, el balcánico había sembrado muchas dudas, manteniendo la línea irregular que había exhibido desde su derrota en la primera ronda de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, cuando el partido comenzó, ambos jugadores se mostraron muy concentrados y tuvieron en el servicio a su mejor aliado. 

El servicio como virtud

El castellonense confirmó la tremenda solidez con la que había jugado en los últimos días y que siempre ha caracterizado su juego, no dando opciones a su rival de ponerse por delante en el marcador. El jugador de Belgrado, al contrario que en días anteriores, sí se mostró más concentrado y se apuntó los dos primeros juegos en blanco con su saque, manteniendo la presión sobre Bautista desde el resto.

Bautista no cedió su saque en todo el primer set

Ninguno de los dos tenistas cedía a la presión de su oponente desde el fondo de la pista, lo que provocó que el marcador se mantuviera igualado tras los primeros juegos (3-3). El primer momento complicado del encuentro fue para Roberto Bautista, que se vio 0-30 en el séptimo juego. Sin embargo, el jugador español volvió a dar una lección de consistencia y solidez, y revertió la situación adversa hasta el punto de mantener la delantera en el primer set de la primera semifinale del Masters 1.000 de Shanghái 2016.

Djokovic siempre fue a remolque y evidenció las dudas de las últimas semanas | Foto: zimbio.com
Djokovic siempre fue a remolque y evidenció las dudas de las últimas semanas | Foto: zimbio.com

Djokovic continuó mostrándose intratable con el servicio y pareció crecer desde el resto hasta el punto de disponer de dos oportunidades de 'break' en el siguiente turno de saque del castellonense, que sin embargo volvió a sacar su mejor tenis para mantener la iniciativa en el marcador. El serbio había mostrado en los últimos meses problemas de concentración, y estas dos bolas de rotura desperdiciadas le pasaron factura. Con algunos signos de frustración, Roberto Bautista no desparovechó la ocasión y, en su primera bola de set, se apuntó la primera manga por 6-4.

Relativa calma

La principal incógnita era conocer cómo iba reaccionar el número uno del mundo a la pérdida del primer parcial. Bautista comenzó la manga con su servicio y, tras cometer dos errores no forzado, conectó dos saques directos para sumar su tercer juego consecutivo y adelantarse en el segundo set. Al igual que sucediera en los primeros compases del encuentro, los dos jugadores fueron solventando sus saques sin grandes dificultades.

De nuevo el primer momento complicado del parcial llegó para el tenista español, que repitió actitud y tenis para voltear un 0-30 adverso y mantenerse por delante en el marcador (3-2). El partido entraba en su fase decisiva y, a partir del sexto juego de este segundo set, los dos tenistas protagonizaron momentos brillantes y repletos de emoción y tensión, lo que convirtió a un gran partido en un auténtico espectáculo tenístico.

Máxima tensión

La calma tensa de los primeros juegos dio paso a un periodo de máxima tensión. Todo empezó cuando Novak Djokovic vio cómo su rival disponía de una opción de 'break'. El serbio pudo salvar esta opción, pero nada pudo hacer en la siguiente, que significó el 4-2 y servicio para Roberto Bautista. La tensión crecía por segundos y el castellonense pagó el peaje de los nervios y la presión del balcánico, que contrarrestó el 'break' anterior y se colocó 4-3.

Los cinco últimos juegos cayeron del lado del resto

Cuando todo parecía volver a la normalidad y al empate en el marcador, de nuevo Djokovic ofreció su peor versión con el servicio, lo que sumado a la gran solidez del jugador español derivó en una nueva rotura, esta vez estableciendo en el marcador un 5-3 y saque para el castellonense. Pero el partido aún no estaba cerrado y en el momento más álgido de la tensión y tras más de diez minutos de partido y con oportunidades para los dos jugadores, el número uno mundial consiguió romper el servicio de su rival para volver a colocarse con opciones de empatar el marcador.

Bautista disputará por primera vez una final de Masters 1.000 | Foto: zimbio.com
Bautista disputará por primera vez una final de Masters 1.000 | Foto: zimbio.com

La tensión es diferente al resto y Roberto Bautista pareció evidenciar esta situación en el décimo juego del partido. Con toda la presión en la figura de su rival, el jugador castellonense se mostró muy incisivo desde el resto y, en su cuarta bola de partido (la primera del juego), realizó un 'passing' excelente que supuso la consecución de una victoria con doble premio: por un lado, alcanzar por primera vez la final del Masters 1.000 de Shanghái, y por otro, vencer por primera vez a un número uno del mundo. Andy Murray o Gilles Simon se verán las caras con un Roberto Bautista que persigue el mayor logro de su carrera hasta la fecha.

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