El partido Pittsburgh Steelers esperaba ser un baño de puntos por parte de uno de los mejores equipos de la AFC, frente a uno de los peores equipos de la temporada pasada: los Cleveland Browns. Esa era la sensación antes de empezar el partido y se mantuvo así cuando un bloqueo del punt de los Browns y recuperación en la zona de anotación supuso los primeros 6 puntos en el marcador. Para ganar a los Steelers hace falta cometer pocos errores y ese era uno bastante grave. El partido no acababa más que empezar.

Pittsburgh Steelers

Los seguidores del equipo de las abejas debían estar frotándose las manos al ver que su equipo estrenaba la temporada de la NFL ante el equipo más débil de la liga. Con una de las mejores ofensivas, el partido se preveía  una exhibición más que un partido

Pero no fue así. No solo los Browns supieron plantarles cara, sino que el ataque de los Steelers no era tan eficaz como otros partidos. Con el regreso de Martavis Bryant tras la suspensión, el equipo volvía a contar con la cuádruple  "B": Ben, Brown, Bryant y Bell. Bryant estaba lejos de ser aquel que brilló en su temporada como rookie; LeVeon Bell apagado y sin creatividad no era capaz de avanzar y hallar hueco en la defensa y la conexión Antonio Brown- Ben Roethlisberger era la única baza que tenía el equipo. 

Esta conexión resultó ser suficiente para poder ganar el partido, pero abrió grandes interrogantes en si la baja productividad se debía a que era el kickoff o porque el equipo se pierde con demasiadas armas. 

Cleveland Browns

Con seis puntos en contra nada más empezar el partido, los Browns tenían el partido bastante cuesta arriba. Además, el partido pudo ser más difícil si el debut de su quarterback DeShone Kizer resultaba no ser tan eficaz. 

Pero el los de Cleveland minimizaron los fallos en defensa y maximizaron todo lo posible las habilidades de su joven promesa, quien con una buena selección de pases supo hacer avanzar su equipo hasta la zona roja de los Steelers. Una vez con opciones de anotar, y con una acción propia del propio Cam Newton, Kizer anotó un touchdown con un sneak lleno de fuerza (7-7)

Sin embargo, la defensa de los Browns, que supieron neutralizar la carrera de Le'Veon Bell y poner nerviosos al resto de receptores de Pittsburgh no fueron capaces de detener a Antonio Brown quien protagonizó algunas de las recepciones de la semana, y llevó al equipo a extender su posesión en el campo. Así y con la defensa de los Browns desbordada por la explosividad de uno de los mejores receptores de la NFL, fue el receptor cerrado Jesse James el encargado de anotar hasta en dos ocasiones, (14-7 y 21-10 respectivamente)  los touchdowns que hicieron que se distanciasen en el marcador. 

Ya en el último cuarto, y a falta de 5 minutos para que finalizase, los de Cleveland lograron sumar 8 puntos en el marcador, con un touchdown en el 4º y 2 además de una conversión de dos puntos gracias a la carrera de Crowell (21-18).

Con un marcador tan cerrado, la tensión por parte de los Steelers era evidente y las esperanzas de los Browns en poder robarles la victoria-o como mucho forzar la prórroga- se hizo palpable. No obstante, Roethlisberger que con demasiado tiempo para pasar seguía buscando a Antonio Brown, que cubierto por dos defensas seguía haciendo de las suyas convirtiendo un 2º y 12 en un primer down fácilmente.

Una victoria para ambos equipos

Los Pittsburgh se llevan una victoria en casa de los Browns, y continúan su racha de ocho partidos seguidos sin perder en el kickoff, y los de Cleveland que dejan buen sabor de boca, han demostrado que ningún equipo va a poder conseguir una victoria en su estadio sin tener que luchar antes contra ellos. Desde el año 2000 los Steelers han ganado un total de 30 partidos a los Browns quienes tan solo han podido hacerlo cinco veces. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Juan Andrade
Periodista a tiempo completo. Apasionado de la NFL y del cine.