Los Chicago Bears visitaban el Lambeau Field de Green Bay con la esperanza de echar sal en la herida Packer, sabiendo que pocas veces tendrían mejor ocasión de vencer a sus grandes rivales, pero nada más lejos de la realidad. Pese a las bajas del cornerback Sam Shields y del corredor Eddie Lacy, el cual seguramente se perderá lo que resta de temporada con una lesión de tobillo, los Packers, comandados por un Rodgers que vio su trabajo duplicado, fueron muy superiores al equipo de Illinois.

Pronto empezó el ataque Bear a dar señales de inoperancia, teniendo que despejar el balón en su primer drive sin ser capaces de avanzar ni una sola yarda, pero el retornador Trevor Davis hizo un fumble que podría dar a los Bears una gran situación de campo, aunque fue el fullback Packer Aaron Ripkowski quien lo recuperó, dejando todo en un susto. Rodgers tomaba los mandos y tras un drive en el que de doce jugadas, diez fueron pases, lograron dejar a Mason Crosby en una posición para anotar los tres primeros puntos del partido.

Los Bears seguían jugando a no se sabe muy bien qué, y los Packers se plantaron en la redzone rival en su siguiente drive. Tras tres downs, afrontaron la decisión de jugarse un cuarto down a una sola yarda de la endzone, pero Ty Montgomery no fue capaz de avanzar y los Bears se salvaban por el momento.

Parecía que los Bears empezaban a carburar cuando un golpe de Clay Matthews con el casco en el brazo de Brian Hoyer, dejaba al quarterback fuera del partido con el brazo roto. Matt Barkley ocupó el puesto con muy poco acierto en el pase coronado con dos pases interceptados. Connor Barth empató el partido en la jugada posterior, pero otro gran drive de Rodgers permitió a Crosby anotar su segundo gol de campo y poner el 6-3 con el que llegaríamos al descanso.

Lo que nadie se esperaba es lo que pasó nada más reanudarse el partido: el rookie Leonard Floyd, que cuajó un excelente partido, placó a Aaron Rodgers provocando que este dejase caer el balón. El fumble lo recuperó el propio Floyd para anotar un touchdown que dejó helado al Lambeau. 6-10 y otro partido por detrás en el marcador. 

Cuando peor pintan las cosas, es cuando los grandes jugadores demuestran que lo son, y la segunda parte que hizo Aaron Rodgers está al alcance de él y de Brady. Fin. Dos touchdowns consecutivos con un Davante Adams como receptor, el cual cuajó un partido descomunal con trece recepciones, segunda mejor marca de la historia de la franquicia. Rodgers redondeó su actuación con otro touchdown, esta vez para Randall Cobb, que sentenció el partido dejando el 26-10 final.

Veremos si los Packers solventan el problema que tienen en la posición de corredor, dado que Rodgers tuvo que lanzar el balón 56 veces (si, cincuenta y seis), ejerciendo de “falso running back" con muchos pases cortos y screens, simulando lo que ofrece el juego de carrera. Los Packers salvan este match bally siguen en persecución de los Vikings por el titulo de división, mientras que los Bears se hunden aún mas, y con sus dos quarterbacks lesionados ya deben empezar a pensar en el año que viene.

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