Llego a la cantera del Villarreal siendo un juvenil al que el Atlético de Madrid no quería por su baja estatura. Pero en la disciplina amarilla tuvieron paciencia y hoy en día Rodrigo es, posiblemente, el centrocampista español con más futuro. Con casi 21 años y 1.90m de altura ya no se le considera el futuro, porque ya es presente del Submarino. Y dada esta condición y su talento, la directiva del club ya piensa en blindarle para que no se le pase por la cabeza abandonar el Villarreal. Roig lo tiene claro: Rodrigo tiene que pensar que su mejor opción es el amarillo.

La temporada pasada fue el gran referente del Villarreal B y participó en alguna ocasión de las convocatorias con el primer equipo e incluso jugó de titular en Mestalla el 1 de Mayo. Por todo esto, Marcelino apostó por su continuidad en el primer equipo y el club le hizo un contrato profesional, para que el madrileño entrara a formar parte de la primera plantilla. La llegada de Escribá supuso un frenazo en seco. El nuevo entrenador no le conocía y Rodrigo tuvo que empezar de cero para demostrarle que podía ser uno más en el primer equipo. Y lo consiguió en tiempo récord, hasta el punto de que N’Diaye vio la puerta de salida en invierno porque Rodrigo le ganó el puesto.

En esta temporada ha jugado un total de 19 partidos de Liga, en los cuales 6 ha salido como titular e incluso ha logrado anotar un gol en Europa League. El centrocampista ha dado un paso al frente y ha pasado de ser Rodri a Rodrigo. La afición deja de aventurar que pueda ser un jugador de futuro. Ya es presente del Villarreal y aprende cada día de Bruno Soriano, al que está llamado a sustituir. Ofertas no le faltarán, pues calidad tiene de sobra, y por eso desde la entidad quieren mejorar su contrato, aumentar su cláusula, que pasaría a ser equiparable a cualquiera de sus compañeros y también su salario, que ahora mismo es de los más bajos del vestuario.

Rodrigo Hernández tiene calidad en los pies, compromiso y profesionalidad, pero sobre todo, destaca por su tranquilidad fuera del campo y por ‘tener la cabeza en su sitio’. Por eso, el Villarreal quiere convencerle de que vestir de amarillo le permitirá seguir creciendo y porque no, como él mismo confiesa desear, convertirse en el próximo Bruno Soriano. Rodrigo ha crecido y ha pasado a ser uno de los grandes talentos del club amarillo. 

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