15 de mayo de 2016. Última jornada de la Liga BBVA. El Sporting se jugaba la vida ante un Villarreal que había hecho los deberes, garantizando su presencia en Europa la siguiente temporada, y encima con pasaporte para la Champions League. Tras caer en semifinales de Europa League contra el Liverpool, Marcelino introdujo cambios en su esquema habitual en la jornada inmediatamente posterior al duelo europeo, la trigésimo séptima ante el Deportivo, en El Madrigal. Los amarillos cayeron por 0-2, lo que supuso la salvación para los gallegos. A la conclusión del encuentro, el míster asturiano, con pasado en el Sporting, tanto de jugador como de entrenador, fue preguntado en la sala de prensa del estadio amarillo por el último compromiso liguero, en el que el Submarino visitaría El Molinón. “Ojalá el Sporting se mantenga, porque es lo que siento”, expresó Marcelino García Toral, unas declaraciones que perseguirían al entrenador las semanas posteriores, y que muchos apuntan a que fue uno de los motivos que propició su posterior despido por parte de Fernando Roig.

En ese partido, el Villarreal saltó al campo con este once: Barbosa; Mario, Bonera, Bailly, Rukavina; Trigueros, Jonathan dos Santos, Nahuel, Samu Castillejo; Samu García y Leo Baptistao. Una alineación en la que no aparecían muchos de los hombres de importancia del club a lo largo de la campaña (Soldado, Bakambu, Bruno, Denis Suárez, Asenjo, Víctor Ruiz…), pero que no fue algo nuevo, ya que la campaña anterior, la 2014/2015, también en la última jornada y con el Submarino sin nada que jugarse, Marcelino apostó por un once suplente en su compromiso frente al Athletic Club en la última jornada, con los siguientes hombres: Juan Carlos; Mario, Dorado, Víctor Ruiz, Jokic; Bruno, Trigueros, Rukavina, Jaume Costa; Campbell y Gerard Moreno; aquel encuentro terminó con un 4-0 favorable a los vascos. Pero claro, la conexión emocional del míster asturiano con el Athletic no es, ni mucho menos, la que comparte con el Sporting, y eso propició que la sospecha de que el Villarreal regaló el partido al conjunto gijonés se acrecentara.

El partido acabó con 2-0 favorable a los asturianos, fundamental para su salvación, dado que necesitaban ganar ellos primero, y esperar una derrota del Getafe en campo del Betis, que terminó por producirse (2-1 para los béticos). Los tres puntos se quedaron en El Molinón y el Sporting aseguró su presencia para este curso en la máxima categoría del fútbol español.

Marcelino, en el Villarreal-Sporting de la pasada campaña | Imagen: MªJosé Segovia (VAVEL.com)
Marcelino, en el Villarreal-Sporting de la pasada campaña | Imagen: MªJosé Segovia (VAVEL.com)

Además de esas declaraciones en la rueda de prensa posterior al duelo contra el Deportivo, Marcelino se reafirmó en su postura días después, justo antes de la última jornada. Por si fuera poco, las cámaras de televisión captaron un saludo entre los miembros del cuerpo técnico del Sporting y los del Villarreal, cuando ya quedaba poco para finalizar el encuentro y la salvación del equipo asturiano se aproximaba, y la esposa de Marcelino publicó un mensaje en Twitter que rezaba lo siguiente “Me voy de Asturias con el trabajo hecho, os dejamos en Primera”. Todo esto supuso un caldo de cultivo que motivó las quejas por parte de sectores del Getafe y del Rayo, principales perjudicados por la victoria del equipo asturiano y que descendieron a la actual Liga 1|2|3.

Meses después, Marcelino García Toral abandonaría el banquillo del Villarreal, a causa de diferentes motivos, algunos dicen que, uno de éstos, fue todo lo que rodeó a ese Sporting-Villarreal, que nada gustó en la cúpula amarilla.

Ha pasado casi un año desde ese día, y este viernes el Sporting llega en una situación todavía más precaria que en aquel partido de mayo de 2016, porque si perdieran en Vila-real, y ganasen el Leganés y el Deportivo, no estarían descendidos matemáticamente pero sí virtualmente, ya que el enfrentamiento particular se lo tienen ganado a los madrileños, que son los que marcan la salvación, pero obligaría a los de Rubi a vencer en las tres últimas jornadas, y a los de Garitano a perder en todas ellas.

No obstante, también hay diferencias en el momento que viven los amarillos, ya que si bien el año pasado llegaban a ese duelo sin ningún tipo de presión, esta jornada necesitan los tres puntos como agua de mayo, porque los perseguidores siguen apretando, y los compromisos lejos del Estadio de la Cerámica (Camp Nou y Mestalla) se antojan muy complicados, lo que provoca que los dos duelos en casa que le quedan a los de Escribá (frente a Sporting y Deportivo) sean vitales para continuar manteniendo esa quinta plaza. El año pasado, el Villarreal fue la salvación del Sporting; este año, puede ser su verdugo. 

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