Despegue a costa del Jumilla

Hoy todo era diferente en Villanueva de la Serena. Nadie lo decía, por aquello de "gafarlo", pero los aficionados del CF Villanovense tenían un buen presentimiento. Un presentimiento de que hoy se vería la primera victoria de la temporada en el Romero Cuerda. De hecho, tras los primeros compases de juego, por las gradas se escuchaban comentarios más optimistas que los del último partido disputado en casa.

Con dudas pero a por todas

¿Para qué introducir novedades en algo en lo que crees ciegamente? Ya que así lo dejo claro Iván Ania, técnico serón en varias ruedas de prensa. Él creía ciegamente a pesar de los resultados. Pero no eran palabras vacías, al contrario de lo que muchos podían pensar, y hoy lo ha demostrado. Los serones plantaron un once en el terreno de juego muy similar al de anteriores jornadas, contando con las reincorporación de Óscar Arroyo y la entrada como titular de Dieguito. La vuelta de Óscar Arroyo era lo que más gustaba a la afición. No porque este haya sido un jugador sobresaliente, ya que no ha tenido tiempo de demostrarlo, sino porque su reincorporación al lateral derecho permitía que Javi Barrio volviera a la zaga serona. Y este sí que ha encandilado a la afición. 

En el once del cuadro visitante tampoco se vieron muchas variaciones con respecto al de jornadas anteriores. Destacaba la ausencia del delantero Chupe, que sí había aparecido en jornadas anteriores. Un 4-4-2 variable es lo que mostraba en el plantel serón. Recalco lo de variable ya que según la situación se podía apreciar algo más parecido a un 4-3-3. 

Los primeros compases del juego no fueron nada claro. El Villanovense intentaba llevar el control del balón, pero Elias, referente en la media punta en el día de hoy, no conseguía distribuir al equipo a la perfección. Aunque, a falta de posesión, aparecieron las ocasiones. Digamos que el juego del Villanovense estaba mucho más equilibrado que ante el Granada B. Es más, las tornas parecían cambiarse con respecto al último partido en casa. Durante la primera media hora de juego fueron los visitantes los que gozaron de la posesión del balón, obligando a sus rivales incluso a replegarse. Pero fueron los locales los que tuvieron las ocasiones más claras. Dieguito, Allyson y Tapia consiguieron levantar a la grada del Romero Cuerda que ya tenía ganas de gritar algún ¡UY! 

Sí es cierto que en los jugadores de Iván Ania se veía un cierto nerviosismo. Una cierta falta de confianza a la hora de realizar jugadas combinativas o de realizar un simple pase para abrir el juego. Sensaciones que desaparecieron totalmente con el tan deseado gol. Andújar conseguía un tanto que valía mucho más moral que futbolísticamente. Las caras de los jugadores cambiaron por completo. Ya no giraban sobre sí mismos hasta encontrar alguien libre a quien pasar. Ya no se quedaban parados a la hora de presionar al portero rival. Ahora estaban jugando a fútbol seriamente. 

El cuadro vinícola atravesaba un momento duro moralmente. Únicamente arropados por el consuelo de estar jugando fuera de casa y la dificultad que eso supone, siguieron con su estrategia de tener la posesión del partido. 

Primordial materializar

El partido estaba sentenciado desde el minuto 43. Ya lo comentaban unos señores, habituales en el Romero Cuerda, durante la primera mitad: "un gol es lo que le hace falta a este equipo para entonarse". Y cuánta razón tenían. El cuadro local entró en un "estado de gracia" desorbitado tras el primer tanto. La situación era desconcertante. Los mismos jugadores que habían generado tantas dudas durante las tres últimas semanas ahora parecía que estuvieran destinados a triunfar. La posesión y las ocasiones eran verdes. El partido estaba totalmente dominado. Una figura que había sido puesta en duda seriamente en las jornadas anteriores, estaba realizando una actuación para enmarcar. Allyson no ha conseguido ver puerta en lo que va de liga, pero hoy ha mostrado otras facetas muy importantes para un delantero. De hecho, de sus botas nació el segundo gol, tras robar magistralmente el balón al lateral vinícola. En definitiva, el equipo funcionaba.

A medida que pasaban los minutos ambos conjuntos realizaron los cambios que sus técnicos consideraron convenientes. Los visitantes realizaron cambios de hombre por hombre para dar refresco a algunos de sus jugadores e intentar así hacer daño al rival. Pero Iván Ania introdujo renovaciones en la formación, consiguiendo un juego mucho más contencioso a la vez que continuaba teniendo la posesión con Kamal como líder de esta nueva estrategia.

Poco más dio de sí este apasionante partido para los de casa. Estos supieron aprovechar sus ocasiones y llevar el partido a su terreno, cosa que le falló a la táctica del rival. Los murcianos seguirán en busca de la primera victoria de la campaña mientras que los locales han conseguido "entonarse" en el choque de hoy y retener los tres puntos en el Romero Cuerda.

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