Y los sueños, sueños son, que diría Pedro Calderón de la Barca. Y es que solo un sueño alcanzado, producto de la riqueza de nuestra imaginación, es capaz de desenmascarar la pobreza que representa la realidad. En esas andan tanto el Rápido de Bouzas como el Atlético de Madrid B, dos equipos recién ascendidos desde la Tercera División que han dado un golpe encima de la mesa con un inicio arrollador. No conocen la derrota hasta la fecha y están posicionados en los puestos de playoff de ascenso. Ellos se han ganado el derecho a ponerse su límite, si es que lo conocen.

Mientras para la entidad madrileña la categoría de bronce debe ser su hábitat natural, para los vigueses estar ahí supone una oportunidad de oro, una ilusión, un año que espera poder repetir con frecuencia. El 25 de junio de 2017 quedará grabado para el resto de los tiempos en sus libros de historia al ser el día que encontró la gloria en Peralada, certificando su ascenso a Segunda División B por primera vez en su historia después de eliminar en la final del playoff de ascenso. De esta manera, será la primera ocasión en la que estos dos equipos se enfrenten entre sí ya que no existe ningún antecedente en partido oficial.

El colíder presume de fortaleza

Las cuentas en el Baltasar Pujales son meridianamente claras. Con diez puntos en el bolsillo, solo falta por sumar 36 más para asegurar la permanencia y lograr competir en el tercer escalón del fútbol español por segundo año consecutivo. Pese a ser colíder, empatado a puntos con el San Sebastián de los Reyes, y cuajar un inesperado inicio, los vigueses no quieren emociones innecesarias y nadie les aparta del verdadero objetivo que se han marcado, que no es otro que el de salvar la categoría. La temporada pasada la salvación en el Grupo I se registró en 45 puntos, el límite con el que el Burgos Club de Fútbol se vio obligado a jugar la promoción de permanencia. Ya queda menos.

Los pupilos de Borja Jiménez Sáez viven días de vino y rosas. Este modesto equipo gallego rompió su propio techo el curso pasado al conseguir un histórico ascenso gracias a un tanto de Diego Diz, que pasará a la historia por tal logro. Lejos de ser un conejillo de indias, el estreno del conjunto aurinegro en Segunda B no puede ser mejorable y es que ha sumado diez de doce puntos posibles, mostrando una solidez y una ambición que hacen presagiar que será un rival difícil de morder a lo largo del curso liguero.  

Los vigueses quieren ganar y esperar un pinchazo del Sanse para volver a ser líderes en solitario

Tras ganar por la mínima a Guijuelo (1-0), Pontevedra (1-2) y Gimnástica Segoviana (2-1), el Rápido vio frenada su progresión en la cuarta fecha liguera al toparse con un combativo Unión Adarve, con el que empató a uno en la última jornada disputada. Así las cosas, el Rápido quiere recuperar esa ilusión, que no es otra cosa que la bandera que mueve su velero por las aguas de la Segunda B,  con una victoria contra el filial del Atlético, lo que le permitiría seguir en la cabeza de la tabla y recuperar el liderato en solitario si el Sanse pincha en la visita del Guijuelo al José Luis de la Hoz – Matapiñonera.

De cara al compromiso, Borja no cuenta con ninguna baja de peso ni tampoco con ningún sancionado, por lo que tiene vía libre para confeccionar el mejor once inicial con el que pueda asegurar tres puntos. Sus pupilos recibirán el incansable aliento de su hinchada, pues el club vigués ha decidido no hacer pasar por la taquilla a los socios y abonados con el fin de convertir el Pujades en una olla a presión.

Trigueros, un viejo amigo

La abundante producción de talentos en La Academia causa que en cada encuentro que tiene el Atlético de Madrid B, ya sea en Segunda B o en Tercera División, se tope con antiguos futbolistas que pasaron o se desarrollaron en su cantera. El Rápido de Bouzas no es una excepción y en su plantel figura el defensa central Pablo Trigueros, que llegó a Vigo tras formarse en El Cerro del Espino y tras competir dos años seguidos en la Arandina.

Trigueros pasó por La Academia del Atlético, compartiendo vestuario con jugadores del actual filial como Sergi o Arona

El toledano ingresó en La Academia del Atlético de Madrid en el año 2011 procedente del Club Deportivo Leganés. Estuvo encuadrado durante dos temporadas (2012/13 y 2013/14) en las filas del filial, pero no consiguió tener regularidad de minutos ni con Alfredo Santaelena, primero, ni con Óscar Mena, después. Participó mucho más en Atlético C, donde sí tuvo esa continuidad que echó en falta por la competencia en el segundo equipo madrileño.

En la actual plantilla del Atlético B, como es lógico, apenas tiene relación con ningún miembro de su etapa en la Ciudad Deportiva de El Cerro del Espino. Quedan pocos supervivientes de su periodo como colchonero y con los únicos con los que compartió día a día fue con Sergi González y Arona Sané, participando con ambos en diferentes etapas de las categorías inferiores y en el vestuario en el ‘C’ de la temporada 2013/14.

Reforzados

Tiene todo tipo de motivos el vestuario del Atlético de Madrid B para armarse de fuerza y seguir tan firme como ha estado demostrando hasta la fecha. Tras cuatro fechas ligueras, sigue invicto y solo dos rivales – Sanse y, precisamente, Rápido de Bouzas – han sumado más puntos. Todo ello se ha visto reforzado con el empate cosechado contra el Celta B, uno de los equipos que promete dar guerra a lo largo del año. Pese al punto, el filial hizo un ejercicio muy serio, remontando un tanto inicial a un partido que se le puso de despaldas. El espíritu del equipo es ingobernable: nunca dejan de creer.

Los de Óscar Fernández afrontan su tercera salida de la temporada con la misión de sumar tres nuevos puntos que le permitan no bajarse de lo más alto de la cabeza del campeonato. El Rápido de Bouzas es el segundo de los tres equipos gallegos al que hará frente consecutivamente, tras empatar contra el filial del Celta de Vigo hace siete días y esperar la llegada del Cerceda de A Coruña a la Ciudad Deportiva Wanda Atlético en el último compromiso liguero del mes de septiembre.

El único pero del Atlético B es que aún no ha dejado su portería a cero en ningún encuentro

Para salir vencedor del Estadio Baltasar Pujales, los rojiblancos deben centrar esfuerzos en mejorar sus números defensivos. Consolidado como uno de los equipos con mayor solidez en la Tercera madrileña, siendo el excanterano Bernabé Barragán el guardameta menos goleado durante un curso, el Atlético B ha encajado en este curso la mayoría de sus goles (3 de 5) compitiendo a domicilio. Y es que no ha dejado aún su portería a cero en ninguno de los compromisos, algo que de momento no está pesando en exceso pero que puede convertirse en un problema si la pelotita, algún día de estos, decide ponerse caprichosa y no entrar en el marco contrario.

De cara al partido Óscar Fernández ha convocado a 18 futbolistas, entre los que no está Caio Henrique por decisión técnica. No podrá contar con los lesionados Cristian Rodríguez ni Salomón Obama, así como Zaka, que se recupera de una enfermedad, y Nico Schiappacasse. El uruguayo, que iba a entrar en la convocatoria hace siete días, sufrió un golpe en el último entrenamiento y sigue sin estar disponible. Respecto al once inicial existe la duda de qué va a hacer de inicio con Rubén Fernández o Toni Moya, que jugaron la UEFA Youth League el pasado martes con el Juvenil dirigido por Manolo Cano. 

Posibles onces

Rápido de Bouzas: Brais Pereiro, Cotilla, Cristian, Trigueros, Junior, Diego Diz, Sielva, David Álvarez, Deivid, Caballero, Pablo Carnero.

Atlético B: Carlos Marín; Rafa, Montoro, Tachi, Sergi; Olabe, Keidi, Toni Moya; 'Ferni', Juan Moreno y Ródenas.

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Sobre el autor
Víctor Molina Pozo
Madrid. Redactor del Atlético de Madrid B. Hasta junio de 2015 fui Moderador de contenidos de VAVEL. También Coordinador y redactor del Atlético de Madrid. Gestioné la cuenta @Atleti_VAVEL. E-mail de contacto: [email protected]