Es muy poco habitual que un Clásico se juegue bajo la denominación de amistoso. Y muchos menos usual es que se haga fuera de España. Sin embargo, el partido de la madrugada del sábado reunirá ambas condiciones. Pero algo que pocos saben es que no será la primera vez que ésto suceda. Existe un precedente de un Clásico disputado más allá de las fronteras de nuestro país. Ocurrió en Venezuela, el 31 de mayo de 1982. El motivo, partido de consolación del torneo Copa Presidente de la República. El conjunto blanco cayó en semifinales del trofeo ante el Inter de Milán (1-0) y el Barcelona había hecho lo propio en la tanda de penaltis ante el Oporto. En ese partido el Real Madrid consiguió ganar y hacerse con el tercer puesto gracias a un gol a los diez minutos por Vicente Del Bosque. Ese Clásico estuvo marcado claramente por el contexto en el que se vivió, dos semanas antes de que comenzara el Mundial que se iba a disputar en España.

Por este motivo se le podría calificar a este encuentro entre los dos grandes del fútbol español como el que menor repercusión ha tenido de la historia. Muy pocas estrellas fueron convocadas para jugar el partido, ya que casi todas estaban concentradas con sus respectivas selecciones nacionales. Se podría decir que la mayor figura del fútbol ese día se encontraba en las gradas del estadio Farid Richa de Barquisimeto, lugar donde se jugó el partido. Ahí estaba Alfredo Di Stefano, viendo al que sería su equipo pocos días después como entrenador. El argentino examinaba al equipo, listo para tomar el relevo de Molowny.

En la prensa, poco o casi nada en relación al Clásico. Las portadas eran para la Selección Española con Santamaría al frente y para la llegada de Argentina con un Maradona ya fichado por el Barcelona. Tan solo unas pocas líneas relatando lo que sucedió en Venezuela. Mientras en España todos estaban pendientes de lo que iba a suceder en el Mundial, al otro lado del charco, Barcelona y Real Madrid estaban jugando un Clásico. Algo increíble y que cuesta imaginarse hoy en día.

35 años después, los transatlánticos del fútbol español volverán a llevar la pasión y la emoción de un partido de este calibre más allá de las fronteras españolas. Por más que cuando los jugadores salgan al terreno de juego y al saludarse no haya ningún trofeo presidiendo el campo, estos partidos siempre tienen una connotación muy especial. Las palabras Clásico y amistoso no están acostumbradas a verse demasiado cercanas. Los dos equipos saldrán al terreno juego estadounidense a darlo todo y a intentar llevarse la victoria como sea. No da títulos pero aporta algo que puede ser muy importante para comenzar con buen pie la temporada, un subidón de moral.

Además existirán muchas diferencias con aquel partido disputado en Venezuela. El encuentro del domingo tendrá mucha más repercusión mediática. El estadio que lo acogerá estará lleno hasta la bandera para disfrutar del espectáculo. Y, lo más importante, esta vez el partido sí estará repleto de estrellas de ambos conjuntos. Sin duda, un partidazo.

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