El Mallorca no se volvió de vacío de la Nova Creu Alta gracias al gol 'in extremis' de Pau Cendrós. Un punto que le deja a la misma distancia del descenso que de los puestos de playoff, o lo que es lo mismo, en tierra de nadie. 

Terminada la jornada, los de Soler se sitúan en la decimoquinta posición, con nueve puntos de ventaja sobre el Racing de Santander, que es quien marca los puestos de descenso a la categoría de bronce con 29 puntos, y a la misma distancia de la sexta posición que da acceso a la promoción y que ocupa el Real Zaragoza con 47 puntos. Sin embargo, por delante del conjunto isleño hay hasta ocho equipos, mientras que por debajo tan solo tres equipos le separan del infierno. 

Más allá de los resultados, la imagen del equipo también es mala y no se parece en nada al Mallorca de los inicios de Miquel Soler, cuando se encadenaron tres victorias consecutivas que acercaron al equipo al playoff  y otorgaban licencia para soñar. Y es que desde la visita al Alavés el equipo no levanta cabeza -aunque ayer se rompiera una racha de dos partidos sin sumar- y se muestra con falta de intensidad y juego.

Restan once citas para que concluya el campeonato y el Mallorca debe cerrar cuanto antes la permanencia y luego ver si puede o no mirar hacia arriba, ya que aunque esté complicado, el playoff de ascenso seguirá siendo una opción hasta que las matemáticas digan lo contrario. Los de Soler deberán afrontar cinco partidos en casa contra Racing, Tenerife, Betis, Ponferradina y Girona. Mientras que les queda por visitar al Lugo, Alcorcón, Sporting, Numancia, Albacete y Mirandés en la última jornada. 

En la próxima jornada los bermellones repiten la condición de visitantes para medirse al Lugo en el Anxo Carro, equipo que les aventaja en la clasificación por tres puntos. El partido se prevé fundamental para ganar sobre todo en autoestima. 

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Sobre el autor
Xavier Fornés
Periodismo en Palma de Mallorca