Ambiente espectacular en el Nou Estadi de Tarragona, con mil quinientos aficionados desplazados en el último derbi catalán de la temporada. El Girona podía certificar su primer ascenso en la historia a Primera División, después del pinchazo del Getafe en Valladolid, que solo con puntuar les convertía en equipo de Primera.

Comienzo soñado

El Girona empezaba el partido sacando de centro, y en el segundo 31 ya se ponía por delante en el marcador. Un pase al espacio para Sandaza que se internaba en el área, que después de perderla y en un rechace recogía Maffeo en el borde del área, que ponía un disparo raso cruzado al palo largo de Reina, que no pudo hacer nada en el primer gol de la temporada del jugador blanquirrojo.

El Girona lo intentaba por el centro por parte de Portu, que perdía el balón pero con una gran recuperación de Juanpe, Mojica disponía de otra ocasión en el minuto cuatro. Pese a ir por delante en el luminoso desde el principio, el Girona quería más. Seguía controlando el partido sin prácticamente dejar acercarse al Nástic a la portería defendida por Bounou, creando solo peligro a balón parado. Ya desde el comienzo se vio un Girona que salía a morder arriba, obligando al Nástic a jugar en largo.

Primera parte en la que sentenciar

Los de Machín seguían intentándolo a la contra, con balones largos desde la defensa para que los bajasen Sandaza o Longo e intentar combinar con Portu o Mojica, los dos más activos en ataque durante la primera parte. A partir del minuto doce los de Montilivi cedieron el control del balón a los locales que lo intentaban con centros y algún que otro lanzamiento de fuera del área. En el minuto 21 se detuvo el partido durante unos minutos, para que Pere Pons recibiera atenciones médicas después de un encontronazo con Gerard Valentín. Dos minutos después Pere Pons era substituido por Borja.

Ante la pasividad del Girona por el control del balón, los locales se fueron animando más en ataque y a los veinticinco minutos Muñiz dispuso de una ocasión clarísima después de dejar sentado a Ramalho, que saco Bounou en el mano a mano. El Girona seguía intentándolo bajo la batuta de Portu que ponía un balón templado al recién incorporado Borja, que definía de primeras y la mandaba a las nubes.

Después de unos minutos de juego bastante tranquilos, sin  ocasiones por ninguna de los dos conjuntos el Girona tuvo una gran ocasión fruto de una jugada trenzada. Una cabalgada de Borja hasta casi línea de fondo, que ponía un balón atrás para Portu, que se giraba y jugaba para Sandaza que sacaba un disparo a la escuadra derecha de Reina que sacaba con una palomita a córner.  Después de un minuto de añadido el colegiado navarro mandaba a los jugadores a los vestuarios.

Segunda parte para olvidar

Volvía rodar el balón en el Nou Estadi y el Nástic salía a por todas, intentándolo con balones colgados fáciles de achicar para la defensa visitante. Pese al control de balón de los locales, el Girona seguía marcando el ritmo del partido. Pero en una internada por banda en el minuto cuarentaiocho de Luismi, que centraba para Manu Barreiro que remataba abajo, imparable para el meta marroquí.  Más problemas para el Girona cuando en el minuto cincuentaicinco Maffeo salía lesionado, entrando Cifu en su lugar.

El Nástic metía presión al Girona creando ocasión tras ocasión. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Uche recuperaba un balón en el minuto cincuentainueve en la frontal del área, y hacía un disparo cruzado raso al segundo palo poniendo el 2-1. El asedio granota seguía con un disparo de Delgado que se marchaba rozando el palo de la portería de Bounou. Ya en el minuto 66 se vio la primera tarjeta amarilla del partido, siendo Muñiz el amonestado.

Al Girona le entraban las prisas y conseguían hacer una jugada en condiciones, perdiendo balones constantemente. En una de estas pérdidas Barreiro robaba un balón, y después de una gran jugada individual, ponía un balón a Uche que volvía a marcar, alejando el sueño gerundense un poco más con el 3-1 definitivo. En el 72 el goleador local, Uche, salía ovacionado por su afición entrando en su lugar Zahibo. Rivas hacía otro cambio de carácter defensivo saliendo Delgado sustituido por Lobato

El Girona iba dos marchas por debajo que los locales, tanto que en el 76 estuvieron a punto de poner el 4-1 en el marcador, pero el linier levantó la bandera anulando el gol. Machín movía pieza y sacaba a Cristian por Ramalho. Reina recibía una tarjeta amarilla por perder tiempo en un saque de puerta, pero el Girona era incapaz de reaccionar, y no generaba peligro más allá de balones colgados que no inquietaban a la defensa local. Con la tensión del final del partido Madinda y Juanpe fueron amonestados ya en el descuento.

A celebrar en casa

Sin más ocasiones finalizó el partido, que estuvo muy condicionado por la prematura salida de Pere Pons, sin el cual el conjunto de Machín no supo que hacer, y cedió frente a la presión local. Así el Girona jugará la próxima jornada en casa frente al Real Zaragoza, muy necesitado de puntos, donde ya sumando tan solo un punto serán equipo de Primera. Los jugadores se despidieron de los desplazados, agradeciendo el apoyo incondicional que han dado a lo largo de la temporada, y más de diez minutos después del final del encuentro volvieron a salir a despedirse de la afición.