Un genio, una leyenda. Intentar pintar con un solo color la figura de Ladislao Kubala es, para muchos, una tarea más que complicada. Al tenor de la calidez de Budapest (Hungría), un 10 de junio de 1927 una criatura de cabellos dorados vería con sus ojos por primera vez en un mundo dónde pronto impregnaría su huella. Con los horrores de la Segunda Guerra Mundial como música de fondo, Ladislao Kubala forjó su madurez más allá de la frontera soviética en busca de un sueño que vislumbrada unido a un balón.

Ladislao Kubala con el FC Barcelona. Foto: FC Barcelona

Tras huir de su Hungría natal y refugiarse bajo el manto del Hungaria, el destino entrecruzó sus cartas hasta llevar a Kubala a la Ciudad Condal para disputar un encuentro ante el eterno rival de los azulgranas, el RCD Espanyol. Con sólo 23 años el húngaro desplegó su amplio abanico de facultades sobre el verde, algo que no pasó inadvertido ante los ojos de José Samitier, entonces director técnico del FC Barcelona. Quedará para siempre grabada en la historia de los barcelonistas aquel 15 de junio de 1950 en el que Ladislao Kubala se aposentaba con todos los honores como nuevo jugador azulgrana. Pese a no debutar hasta abril de 1951 por problemas burocráticos, poco tardó el húngaro en ganar el corazón de una hinchada que pronto caería a sus pies.

Su liderazgo permitió capitanear una de las mejores épocas del FC Barcelona, referente indiscutible del llamado ‘Barça de las Cinco Copas’ (1951/1952). Cabecilla de una escuadra llamada a triunfar, Laszly sentó las bases de un fútbol de fantasía. Su calidad le permitió alzarse como el primer especialista en los lanzamientos a balón parado, marcando la calidad en cada golpe al esférico para superar la barrera. Su visión de juego esclarecedora, su elegancia en el medio del campo y su habilidad en el área le llevaron a coronarse como uno de los mejores de la época y del barcelonismo.

Kubala falleció el 17 de mayo de 2002, en Barcelona

En 1961 decidió no volver a vestirse de corto, consumando en su historial 357 partidos y 281 goles. Un palmarés envidiable con cuatro Ligas, cinco Copas de España, una Copa Latina, dos Copas de Ferias y dos Copas Eva Duarte, dónde muchos aseguran que sólo se le resistió rubricar su leyenda con una Copa de Europa. Sin embargo, a punto estuvo de conquistar el hito el año de su retirada tras claudicar por la mínima ante el SL Benfica en la final de Berna (3-2).

Ladislao Kubala logró consagrarse como una leyenda enfundado en la elástica azulgrana, considerado el mejor jugador del siglo XX por los aficionados del Barça en 1999. Sólo él atesora el privilegio de salvaguardar el Camp Nou con una merecida estatua en honor de un hombre que sigue ostentando el récord de goles marcados por un jugador barcelonista en un partido en toda la historia de la Liga, con siete dianas (FC Barcelona 9 – Sporting de Gijón 0, 10 de febrero de 1952). En la memoria de todos los amantes del fútbol siempre quedará guardado el recuerdo de Laszly, una leyenda que hoy cumpliría 90 años.

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