Es de sobra conocido que el de este miércoles no va a ser un encuentro cualquiera para Josep Guardiola, que vuelve al Camp Nou por segunda vez (la primera fue como técnico del Bayern de Múnich) tras marcharse del club de sus amores en un ya lejano año 2012. La tensión y los sentimientos contrariados se palparon hasta en la rueda de prensa previa al choque, en la que Guardiola aprovechó para zanjar alguna polémica publicada por ciertos medios de la Ciudad Condal. 

Para empezar quiso dejar claro que no será un partido fácil ni mucho menos, y que no llegan en su mejor momento, diciendo que "tendremos que ajustar muchas cosas y ser nosotros mismos ante el Barcelona". Preguntado por la máxima preocupación vestida de azulgrana, el de Santpedor elogió una vez más a Messi: "El mejor jugador del Barcelona es Messi. Me alegro de que esté bien y pueda jugar mañana, es un placer verle". Destacó, además, la trascendencia de este partido, añadiendo que "me alegraría sacar un buen resultado aquí porque nos acercaría a la clasificación para la siguiente fase".

No obstante, muchas preguntas fueron dirigidas a su pasado barcelonista, como no podía ser de otra manera. Pep sólo tuvo buenas palabras para describirlo: "Fui tan feliz en el Barcelona, echaba de menos a las personas que encontré aquí, pero ahora muchas ya no están". También abordó una de las polémicas que apareció en varios periódicos, que apuntaban a llamadas del mismo Guardiola a ciertos jugadores del Barça para convencerlos y llevárselos rumbo a Manchester. Pep fue tajante con este asunto, diciendo que "yo no llamé a ningún jugador del Barça en verano. Sé que hay guerras que están perdidas de antemano". Apuntó además al actual presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu: "No contacté con Messi, no contacté con ningún jugador. Que llamen a Bartomeu las personas que lo publicaron y le pregunten". Solo exceptuó el caso de Ter Stegen, del que admitió que "hablé con Ter Stegen porque no estaba contento, él sólo quería jugar, pero al final su situación se arregló".

Sensaciones agridulces hasta el momento, por tanto, en esta vuelta de Guardiola a Barcelona. Aunque siempre tiene buenas palabras recordando su gloriosa etapa en el club azulgrana, se ha mascado la tensión al abordar el tema de las hipotéticas llamadas a jugadores del Barça. Veremos si este miércoles se calman los ánimos o la tensión sigue a flor de piel.