Gran partido el que nos han regalado ambos conjuntos en el Estadio Municipal de Riazor. Los locales saltaban al terreno de juego con la necesidad de ganar para poder cerrar y confirmar su plaza en Primera División. Y por el otro lado, un RCD Espanyol muy profesional que llegaba con todo cerrado y con ganas de ganar.
La suerte que está teniendo el Deportivo de La Coruña es que la temporada de los rivales que están por detrás de ellos en la tabla está siendo muy mediocre. Porque hoy han vuelto a demostrar el continuo nivel de subir y bajar que llevan en toda la temporada.
Y por ello cuando tienes delante un equipo como el de hoy, que sabe lo que quiere y cree en ello hasta el final, pasa lo que ha reflejado el marcador. Victoria fácil de los pericos.
45 minutos han sido suficientes
Partido muy cómodo para el equipo de Quique Sánchez Flores. Sus chicos salían con la intensidad y la concentración necesaria que un profesional necesita cuando la temporada está llegando a su fin.
Y enfrente un rival que no se sabe muy bien si le ha podido la presión por la importancia del encuentro o bien porque han vuelto una jornada más al nivel de la media de sus partidos.
Indicaba Mateu Lahoz el inicio del primer tiempo y en seguida se iba a ver la dinámica del encuentro. Los pericos empezaban dominando el balón ante el conjunto blanquiazul, que se limitaba a defender y a colgar balones al área. La primera ocasión iba a llegar en el minuto tres cuando Leo Baptistao falla un balón franco frente a Lux. Lo siguiente iba a ser un pequeño empujón local que iban a intentar atacar por bandas y colgando balones al área buscando rematador, pero un atento Diego López y su pareja de centrales iban a sacar todo.
A continuación, llegaba los mejores quince minutos del partido e iban a ser del conjunto de Cornellà. Un error en la salida de Alejandro Arribas le iba a dejar un balón con forma de caramelo para que Leo Baptistao anotara a placer. Esto iba a ser un duro golpe para los locales, que no se iban a reponer hasta pasada la media hora, que se iba a cumplir con otro gol del RCD Espanyol y esta vez iba a llegar de las botas de Gerard Moreno. La dupla atacante perica iba a mojar por partida doble.
Esto producía que la afición empezara a silbar a los suyos y esto iba a dar un poco de fuerza al Deportivo, que iba a pelear por meter un gol en los últimos quince minutos del segundo tiempo, pero sin éxito.
Puro trámite
Salían con el mismo empuje de los últimos minutos del primer tiempo y con el Espanyol con los bajos cruzados, confiado, y se iba a encontrar con un gol en contra. Florin Andone metía en el 47 un buen gol, y animaba en la celebración a sus compañeros y afición en creer en empatar el partido. Pero no iba a ser así; el gol iba a despertar a los pericos, que se volvían a conectar al partido y en seguida se hacían con la posesión del esférico y el control del juego.
Iban avanzando los minutos y el tiempo se iba matando más que con fútbol con los parones por las faltas. Aun así, se produjeron algunas acciones interesantes por los locales, que se iban a topar dos veces con el travesaño antes de la hora del partido. Los últimos treinta minutos no iban a dar más de sí, con interrupciones y balones al área que siempre se iban fuera sin causar peligro a Diego López.
Y así iba a indicar Mateu Lahoz el final del partido, con un Deportivo aún sin confirmar su permanencia en primera y con un RCD Espanyol que sigue con el objetivo de ganar los dos partidos que les quedan.