La Sociedad Deportiva Eibar exhibió ayer su mejor cara en lo que va de pretemporada. La gira por tierras austriacas está entonando a los hombres de José Luis Mendilibar, que ayer se impusieron por cuatro goles a dos al Leeds United.

Hambre en la primera mitad

En la primera parte se vio lo mejor de este Eibar. El canterano Imanol Sarriegi puso el marcador favorable a los armeros con un gran zurdazo desde la frontal a los 57 segundos. Fue una declaración de intenciones: los azulgranas salieron a morder y no dejaron de buscar la meta del Leeds, al menos hasta el descanso. Anaitz Arbilla primero, en una jugada de saque de esquina, y Sergi Enrich, aprovechando un error de la defensa rival, dejaron el electrónico en 3-0 con el pitido intermedio.

Paulo Oliveira reafirma la victoria

El Eibar, no obstante, acusó en la segunda mitad la falta de rodaje propia de este momento del año y su presión cedió dejando el mando del juego al Leeds United. La consecuencia fueron dos goles (obra de Wood y Alioski) que metieron al equipo inglés en el partido. Pese a ello el Eibar logró recobrarse con el paso de los minutos y el oxígeno de los cambios: Cappa, Dani García y Bebé.

En el minuto 87, cuando el partido estaba cerca de morir sin demasiadas ocasiones ni amenazas por parte del Leeds United, Paulo Oliveira demostró lo que puede aportar en ataque marcando un soberbio tanto de cabeza en un córner al primer palo. El zaguero portugués se coló como un avión entre dos rivales y cruzó el balón a la derecha del guardameta. Fue el gol que rubricó una buena actuación del reciente fichaje más caro de la historia del Eibar, el hombre que tiene el reto de hacer olvidar a Florian Lejeune.

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