Acabó por llevarse el gato al agua la Sociedad Deportiva Éibar en el derbi vasco disputado en Ipurúa ante la Real Sociedad, en un partido marcado por la tempranera expulsión en las filas del cuadro txuri urdin, así como el sobresaliente planteamiento y juego realizado por los armeros antes y después de la tarjeta roja a Elustondo, dominando el juego durante buena parte del encuentro.

El partido empezaría con algo de tensión. Los dos equipos estaban inquietos y se tanteaban. Pronto empezaba a aparecer la figura de Pedro León en el costado diestro, para generar peligro cada vez que el balón tomaba contacto con sus botas. Sería éste quien tendría la primera del partido con un lanzamiento de primeras desde la frontal que se fue muy desviado.

El partido se torcería para la Real

El partido proseguiría sin que hubiera nada notable sobre el césped y el tiempo fue pasando sin goles que cantar, hasta que empezó a mascarse el triunfo de los de Mendilíbar. Fue a mediados del primer tiempo cuando Elustondo desvió la trayectoria del esférico con la mano en el interior del área. El colegiado lo vio claramente y señaló la pena máxima y además, expulsó al txuri urdin.

Pedro León, al igual que unas semanas atrás ante el Valencia, fue el encargado de ejecutar el penalti, pero su lanzamiento se fue a las nubes, un inexplicable fallo para un jugador de su clase. No obstante, no se hundió el atacante a pesar de este fallo y siguió dejando muestras de su indudable calidad y convirtiéndose en una pesadilla para la zaga visitante.

Acabó por llegar el descanso sin que llegase a generar muchas más ocasiones alguno de los dos equipos. No obstante, la segunda mitad arrancó con el Éibar sacando los dientes, porque un par de minutos es lo que necesitó Escalante para azotar el lateral de la portería de Rulli con un lanzamiento desde la frontal.

El duelo se convirtió en un recital armero

Y de nuevo, al par de minutos, el propio Escalante sería protagonista, con colaboración de Illarramendi. El centrocampista del club armero, que se estaba involucrando muchísimo en las labores ofensivas, logró adentrarse en el lateral diestro del área para lanzar un potente remate, que dio en Asier Illarramendi, desviando la trayectoria del esférico. Rulli fue incapaz de reaccionar al rebote y por lo tanto, nada pudo hacer por evitar que el balón acabase en las mallas de su portería. La euforia llegaba a las gradas.

Y con el marcador ya a favor, empezó a aparecer Sergi Enrich, tan trabajador como siempre, quien se creó espacio y lanzó un potente remate desde la media distancia que se estrelló en uno de los palos. A los pocos minutos, en torno al 65, recibiría la recompensa que estaba mereciendo el Éibar con el segundo gol, cuando Bebé perforó la portería de Rulli con un auténtico misil ante el que el guardameta apenas tenía posibilidades.

A estas alturas, el partido estaba muerto, pero la sed de sangre de Nano, quien buscaba agradar a Mendilíbar, fue suficiente para encandilar al resto de sus compañeros a buscar el tercer tanto. En los minutos finales llegó un asedio por parte de los armeros, que dispusieron de diversas ocasiones para herir aún más a la Real.

La primera estuvo en los pies de Escalante, quien azotó de nuevo el lateral de la portería visitante desde el lateral del área tras un pase de Pedro León. También tuvo la suya Nano tras una generosa asistencia de Pedro León, quien estaba cara a cara ante Rulli en un contragolpe. No obstante nadie esperaba ese pase, ni siquiera el canario, que no pudo reaccionar a tiempo para rematar a puerta vacía y el balón acabó mansamente en manos del guardameta rival.

Y en el último minuto, tuvo la última Sergi Enrich quien, de nuevo a la contra, volvió a abrirse hueco para perfilarse en la frontal y tratar de batir a Rulli, pero el argentino respondió bien para evitar el tercero, por lo que el marcador no volvería a moverse. Ahora, el Éibar encara una difícil visita al Santiago Bernabéu con mucha confianza, mientras que una dolida Real Sociedad recibirá al Real Betis en Anoeta.