Dicen que las estadísticas están para romperlas y eso fue lo que hizo el Tenerife en el Nuevo Arcángel. En su vigésimo quinto partido en este estadio ha conseguido romper el maleficio que le venía persiguiendo a lo largo de toda su historia en la ciudad andaluza. El premio que tendrá el Tenerife después de acabar con la maldición será el de poder jugar la Copa en casa tras casi diez años sin poder disfrutarla con su afición. Ya era hora porque según las probabilidades matemáticas había menos de un uno por ciento de posibilidad que esto pasase.

Las rotaciones funcionan

Como se preveía Martí optó por rotar en todas las líneas y solo repitieron de titulares Alberto y Tayron con respecto al duelo que ambos equipos disputaron en la Liga y los teóricos suplentes respondieron con nota. Eso sí, habrá mucha gente que se pregunte por qué no se jugó con esta intensidad en el encuentro liguero.

Empezó fuerte el Córdoba con varias llegadas con Markovic como protagonista. Una de ellas acabó desembocando en el gol local llevando el delirio momentáneo a las gradas del Nuevo Arcángel. Sin embargo, Brian Martín no tardaría en responder para devolver las tablas al marcador. No se puede negar que el canterano está aprovechando todo lo que puede las oportunidades que Martí le está dando, sobre todo, en la competición del KO.

Iñaki rompe el partido

A partir de aquí las ocasiones se sucederían en ambas porterías aunque acabaría siendo el conjunto visitante el que acabaría batiendo la meta rival de nuevo. Primero, Carlos Caballero y luego el arquero Stefanovic intervendrían de manera providencial para evitar que el Tenerife se pusiera por delante. Sin embargo, el portero serbio no pudo hacer nada tras una gran internada de Iñaki Sáenz hasta prácticamente la línea de fondo y poner un perfecto centro raso a Víctor Casadesús para que este la enchufara ya con todo a favor. Por parte del cuadro local, Sillero tuvo una ocasión al recoger un rechace Carlos Abad pero no acertó a rematar a portería.

La segunda parte empezó con el Córdoba dominando y apretando. De hecho, tuvo un tiro lejano de Markovic a las manos de Carlos y posteriormente Víctor Mena lo intentaría en una gran jugada personal pero el remate se acabaría yendo bastante desviado. Pero cuando más replegado parecía el Tenerife, volvió a aparecer la figura de Iñaki Sáenz para hacer otra gran jugada individual que provocó el gol en propia puerta de Álex Vallejo al fallar en el despeje.

Aveldaño gana crédito

Intentó reaccionar el conjunto andaluz y una jugada de Josema por banda izquierda acabó con un remate franco desde el punto de penalti de Sillero pero Carlos se encargaría de parar y desviar el peligro. Parecía que el Córdoba iba a morder y a quemar todas sus energías para ir a por el partido pero el Tenerife supo aguantar bien las embestidas con un Aveldaño que estuvo imperial en defensa. Como también estuvo imperial Iñaki que, a pesar de participar en dos de los goles de su equipo, aún quería más y a través de un gran tiro cruzado pudo lograrlo. No obstante, ahí estaba Stefanovic para salvar lo que hubiera sido la sentencia definitiva.

El final del partido tuvo llegadas a cuentagotas de un Córdoba que no se rendía pero todas ellas acababan siendo repelidas por la defensa y por Carlos Abad, que dio bastantes muestras de seguridad y tras su partido está reclamando más protagonismo en el equipo. Sin embargo, y como pasara con el tercer gol, el Tenerife casi sin buscarlo se encontró con el cuarto tanto tras un córner rematado de manera espectacular por Aveldaño.

Fin al maleficio

Con este partido el Tenerife pone fin a una racha de diez partidos seguidos fuera en Copa y jugará la ida de los dieciseisavos de final en el Heliodoro. Esta victoria debe aumentar la moral del grupo y devolverle la confianza que parece perdida en Liga tras el gran inicio que lograron. El sábado espera el Alcorcón, partido nada fácil ante un rival que defiende bastante bien y en el que se espera que el Tenerife de muestras del poderío ofensivo que acumula.