El verano se acaba, y el mercado de traspasos está a punto de cerrarse. Lorenzo Serra Ferrer, así como el resto de la directiva deportiva del club de las trece barras, siguen teniendo mucho trabajo por delante. En el horizonte, el 31 de agosto empieza a asomarse, y si miran a la plantilla, aún hay tres nombres que tienen un futuro por resolver, un futuro que tanto por parte de dichos jugadores como del propio club, quieren que sea lejos de Heliópolis

Son el caso de Darko Brasanac, Didier Digard y Roman Zozulya. La marcha de estos tres futbolistas le daría un respiro a la economía verdiblanca, que con lo que recauden y con la liberación de los tres salarios, podrían permitirse la llegada del tan ansiado extremo que el propio Serra Ferrer sigue buscando. 

Brasanac lo tiene casi hecho con el Leganés

El caso de Darko Brasanac es el que tiene más posibilidades de concretarse en las próximas horas. El overbooking de futbolistas que el míster cántabro, Quique Setién, tiene en el centro del campo de su plantilla, han forzado la necesidad de buscarle una salida a algún futbolista que no tendrá cabida en los esquemas del ex entrenador de Las Palmas. 

El elegido por el propio Setién ha sido el centrocampista serbio, Darko Brasanac. No ha tenido un hueco en ninguna de las dos convocatorias del equipo en sus compromisos ligueros, y, a pesar de haber sido un jugador usado por Victor Sánchez del Amo en la anterior campaña, el Club le busca una salida. 

Y así, ha aparecido el deseo del Leganés de incorporarlo a sus filas. Todo parece indicar que el conjunto pepinero lo quiere cedido, pero los flecos que se están negociando para hacer el fichaje de forma oficial son aquellos que tienen que ver con la posible continuidad de Brasanac en el Leganés una vez concluya el periodo de cesión. De todas formas, ya sea una cesión con opción a compra o una cesión que obligue la misma en función de su rendimiento, todo está a punto para que el serbio recale en el conjunto madrileño. 

Digard y Zozulya, los casos más difíciles

Distinta son los casos de Didier Digard y de Roman Zozulya. El futbolista francés lleva casi dos temporadas en blanco. No contó como verdiblanco el año de su fichaje y tampoco contó para el Osasuna, equipo al que fue cedido. 

Hace unos días, tomó fuerza un rumor que apuntaba que el futuro del francés estaba en el Amiens, y que el equipo galo y el Real Betis Balompié tenían muy avanzadas las negociaciones para que Digard recalase en el club del norte de Francia. 

Sin embargo, el final del mercado se acerca y aún no hay nada oficial, por lo que todo indica a que finalmente las negociaciones han entrado en terreno fangoso y ya no se ve tan claro que finalmente, el Amiens sea el destino del futbolista que aún pertenece al conjunto bético.

Y, por otro lado, la situación de Roman Zozulya es cuanto menos complicada. De todos es sabido la situación del futbolista ucraniano, quien sigue en punto muerto, varado en un club al que pertenece pero solo por contrato. Ni cuentan con él, ni ningún otro equipo parece haber preguntado o haberse interesado por sus servicios. 

Solo quedan horas para resolver el futuro de estos futbolistas, que son la llave para la llegada de un extremo al conjunto de Setién, y que pondría la guinda al enorme esfuerzo de la directiva del club heliopolitano en este periodo de fichajes. 

 

 

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Sobre el autor
Francis Alonso García
Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla.