En su presentación como nuevo jugador del Atlético, hace algo más de un año, el Cata Díaz expresó su intención de aportar su esfuerzo y trabajo a una afición “que pide mucho, con mucha presión porque es un equipo importante donde solo vale ganar”. En ese sentido, el argentino cumplió con su palabra. El problema para él fue que Simeone, quien le había mostrado su confianza para que fichase por el Atlético, contaba ya con una pareja de centrales más que consolidada. Godín y Miranda le habían ganado la partida la temporada anterior a Domínguez y Perea, tras algunas dudas de Simeone al comienzo de su etapa como entrenador rojiblanco. Pese a ello, el Cata aceptó el reto. Y salió perdedor. Tan solo 9 partidos de Liga, 7 de ellos como titular, dan fe de su corto bagaje a orillas del Manzanares.

La ausencia de minutos para el central argentino  se debe, principalmente, a que Simeone se encomendó ciegamente a la pareja formada por el uruguayo y el brasileño, quienes le devolvieron con creces la confianza, convirtiendo la defensa del Atlético, junto a Juanfran, Filipe Luis y Courtois, en la menos goleada de la Liga.

De esta forma, las apariciones del Cata quedaron relegadas aquellos partidos en los que uno de sus competidores se encontrase lesionado o cumpliera con alguna sanción. En la Copa del Rey sólo disputó completamente la eliminatoria frente al Real Jaén, aunque participó también en otros 4 partidos. En la Europa League sí participó en la mayoría de encuentros, pero la rápida eliminación del equipo supuso su vuelta al banquillo. Para entonces, el Cata se había convertido en un suplente habitual, y a sus 33 años seguramente pensaba ya en volver a Boca Juniors, desde donde dio el salto a Europa hace ya 6 temporadas. Sin embargo, su salida del Atlético no se produjo.

Un incidente con la afición fue motivó su salida del Atlético

Poco antes de terminar la temporada, tras la celebración de la victoria en la Copa del Rey por las calles de Madrid, tuvo lugar el desencadenante que provocó su salida definitiva del club. Al abandonar con su coche el aparcamiento del Vicente Calderón, respondió a los comentarios de unos aficionados encarándose con estos. Tras este hecho, en el último partido de Liga, un sector de la grada le echó en cara este hecho y entonaron cánticos en su contra e incluso se desplegó una pancarta con el lema: “La afición por encima de todo. Fuera Cata Díaz”.

De poco sirvieron las disculpas del defensa unos días antes: “No debí bajarme de mi coche y encararme con ellos. La afición siempre está con nosotros apoyándonos y lamento mi reacción”. Fue un hecho desafortunado. Seguramente, de no haberse producido, su salida del club se hubiera concretado igualmente. Sin embargo, este hecho se unió a las numerosas ausencias sobre el césped, lo que convirtió al Cata Díaz en un jugador de paso por el Atlético de Madrid. Su vuelta a Boca Juniors contenta a todos.