David no pudo en la tarde de hoy contra Goliat. Y es que el Burton Albion se presentaba en Old Trafford con la difícil tarea de eliminar al defensor del título de la EFL Cup: el Manchester United. Pero el conjunto de Mou no tenía ni la más mínima intención de dar opciones a su contrincante. Así se lo hizo saber Rashford a todos los presentes en el teatro de los sueños a los -solo- cinco minutos de juego. El inglés, que bajó de las nubes a un Burton revolucionado en los primeros compases de encuentro, aprovechó una buena asistencia de Lingard para abrir el marcador y poner el partido de cara para los locales. Doce minutos después, él mismo se apuntaba el segundo tanto del choque.

Dos a cero antes de que se hubiesen alcanzado los primeros veinte minutos de juego significaba que al Burton le esperaba una tarde aciaga en Old Trafford. El United, con muchos cambios en el once, sometió a su rival y lo encerró en su campo prácticamente durante todo el partido. Un monólogo que fue posible gracias, sobre todo, a la electricidad que mostraron en la punta de lanza los Lingard, Rashford y Martial. Especial mención para el último, que levantó a los aficionados de sus asientos en infinidad de ocasiones con regates y recursos de gama alta futbolística. 

Así, con un equipo al que le duraba bien poco la pelota y que no sabía qué hacer cuando la tenía; y otro al que le llovían las ocasiones de gol con pases en profundidad que rompían una y otra vez a la defensa visitante, se llegó al final de la primera mitad. Antes, Lingard había ampliado la renta para establecer la diferencia de goles en el marcador en tres.

Con el pitido que indicaba la reanudación del partido y el comienzo de la segunda mitad, no cambió el guion. Ander Herrera aprovechó la ocasión para hacerse el amo y señor del centro del campo y mandarle un mensaje a su entrenador, Mourinho, para el que no es titular.  Martial seguía gustándose. Si algo se le puede achacar al francés del encuentro de hoy es quizá su falta de puntería de cara a meta. Aunque ni con esas el meta local pudo evitar que el delantero pudiese mojar gracias a un pase de Rashford que plantó a Martial solo dentro del área. Rasita y por abajo. Un clásico del hoy mejor jugador del partido.

Con la renta de cuatro goles a cero el ritmo bajó y el United se dedicó a mover la bola de un lado a otro. Mourinho decidió dar la alternativa a los más jóvenes y entraron a pasarlo bien McTominay y el guardameta Joel Castro. Fue precisamente el portero suplente el que "regaló" el gol del honor al Burton. No pudo el meta quedarse con el balón en sus manos y permitió que Dyer, con un disparo potente y ajustado, tuviese el privilegio de anotar el primer gol que el Manchester United encaja en casa en esta temporada. Temporada en la que, por cierto, el Manchester está volando y en la que, como se ha constatado hoy, se ha apuntado a todo.

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Sobre el autor
Adnán Leal
Periodista, o casi. Sobre todo: mundo, deporte y series.