Atlanta United venció el domingo al Montreal Impact por 2-0, pero su victoria se vio empañada por la lesión de su jugador titular, el paraguayo Miguel Almirón.

La alegría de los aficionados se sumó a la preocupación del cuerpo técnico por la temprana sustitución del volante por Julian Gressel a los 17 minutos del primer tiempo, siendo tan grave que las lagrimas brotaban de sus ojos.

La lesión ocurrió luego de que Almirón corriera por la lateral derecha y sintiera un tirón en su muslo, obligándolo a pedir el cambio a Gerardo Tata Martino, quien no lo pensó dos veces.

La prensa ha afirmado que la carga de partidos podría ser una de las razones de la abrupta salida del jugador, pues en las últimas dos semanas el Atlanta United jugó cinco encuentros, varios de ellos que estaban aplazados mientras que inauguraba el Mercedes-Benz Arena.

Además de ello, la institución confirmó que la lesión del mediocampista fue en el isquiotibial izquierdo, estando por fuera de las canchas durante tres semanas como mínimo, dejando atrás los 29 partidos que jugó en el año, marcando nueve goles y haciendo 13 asistencias.

Si Atlanta lo siente, Paraguay lo sufre mucho más

Si la lamentable noticia cae para mal en Atlanta y su afición, es peor para la hinchada paraguaya y la selección Guaraní, ya que en menos de dos semanas serán los dos últimos partidos por Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.

En las clasificatorias de la CONMEBOL, Paraguay se enfrentará a los seleccionados de Colombia en Barranquilla el 5 de octubre y Venezuela en Asunción el 11 del mismo mes, encuentros que el equipo deberá ganar para tener chances de clasificar a la Copa del Mundo, y la baja de Almirón es un golpe demasiado fuerte para los dirigidos por Francisco Arce.

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