Ni las 15000 almas que se han concentrado en la tarde de hoy en el Martínez Valero, ni la sensación de jugar contra el colista de la categoría ni mucho menos la necesidad de sumar puntos, han hecho que el Elche consiguiera la victoria ante el Mirandés.

Durante toda la semana, se ha querido movilizar a la afición para que acudiera al templo franjiverde para ofrecer su aliento a los jugadores para que cosechar de nuevo una victoria en casa que los alejara de los puestos de playoff de descenso a segunda división B.

De nada ha servido que esos 8.000 aficionados que acuden normalmente al Martínez Valero se hayan convertido en 15.000, puesto que el juego y el resultado final del partido han sido los mismos que jornadas atrás.

El Elche llevaba una mala dinámica, y esperaban que tras perder a falta de 15 segundos para el final frente al Mallorca a domicilio, consiguiesen una victoria ante su afición. Por su parte, el Mirandés, el farolillo rojo de la categoría, venía de perder por la mínima frente al Sevilla Atlético.

Un estadio ilusionado para nada

Con 15.000 personas entonando el “Aromas Ilicitanos” los jugadores saltaban al terreno de juego. En los primeros compases del encuentro se vio a un Elche confiado y seguro de su juego, las ocasiones llegaban por las bandas, sobre todo por la del lateral Iriondo que se mostró muy activo durante gran parte del encuentro. Sin embargo de cara a gol el equipo estaba falto de ideas, y es que no lograban acercarse del todo a la portería defendida por Roberto.

Las malas noticias no tardarían en llegar, y es que en el minuto 13 de partido, Guillermo tendría que ser substituido por Liberto, por una posible lesión. El recién incorporado intentaba desbordar por la banda para centrar, pero no creaba demasiado peligro. La expulsión de Urko Vera en el 39 por golpear a Rober Correa con el brazo en la cara se celebró con euforia en el Martíez Valero. La afición franjiverde tenía la esperanza que jugando con uno más se podría conseguir la victoria. Pero nada más lejos de la realidad. El Elche solo vería puerta por medio de Borja Valle, que a falta de unos minutos para el descanso remataría de cabeza el esférico y que Roberto, con una gran estirada evitaría el tanto de los locales.

Intento fallido

Tras el paso por vestuarios el partido seguía igual, incluso se había dormido un poco, y es que los de Parras no conseguían ver puerta ni crear grandes ocasiones para abrir el marcador. La entrada de Hervías y Sory por Pedro y Álex Fernández respectivamente no cambiaron mucho la dinámica del juego, y es que el conjunto franjiverde no lograba fluidez y comodidad en su juego.

Aún así, fue Sory Caba quien cogió las riendas del equipo y creó la que posiblemente haya sido la mejor ocasión para los ilicitanos. El delantero tuvo un cabezazo que salió rozando el palo de la portería defendida por el meta Roberto. Minutos después el franjiverde gozaba de otra oportunidad, pero su chut se marchaba desviado por escasos centímetros.

El fantasma de Mallorca se volvía a aparecer

Los minutos seguían pasando e Iriondo metió el miedo en el cuerpo a la afición franjiverde, cuando intentando despejar el esférico casi se mete gol en propia puerta. Era el minuto 90 y la afición no se conformaba con un mero empate, pero no sabían que ni un punto iban a conseguir los suyos, ya que el Mirandés anotaría el gol de la victoria por medio de Carlos Moreno. El Elche intentó a la desesperada crear alguna ocasión, pero el colegiado indicó el final del encuentro.

Con esta nueva derrota, los de Parras se meten en puestos de descenso ya que Almería y Córdoba han ganado sus partidos. La próxima jornada visitarán al Getafe para buscar de nuevo la victoria que los aleje de los puestos de descenso.  

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