Luces, cámaras y acción. La nueva era del Atlético de Madrid ha comenzado con el pistoletazo de salida del Wanda Metropolitano. Un partido inaugural donde se vio más efectos secundarios que fútbol y es que la presión del estreno, los muchos actos preparados y el llegar a una casa nueva con cosas por rematar se dejaron ver más que el fútbol dado por los de Simeone, a veces errático y que por poco estuvo de acabar cero a cero si no fuese por un tanto de Griezmann gracias a una maravilla de 'Angelito' Correa. El unocerismo se quiso presentar a su nueva casa como seña de identidad y todo ante la mirada de miles y miles de seguidores colchoneros necesitados de una dosis de su Atleti.

Fin de fiesta en el Metropolitano / Fuente: Atlético de Madrid
Fin de fiestas en el Wanda Metropolitano / Fuente: Atlético de Madrid

Poco fútbol, mucha magia

En cuanto a lo que el partido respecta el Atleti dominó durante gran parte del encuentro pero apenas tuvo presencia sobre la portería del meta Roberto. Simeone decidió volver a alinear a cuatro medios puros como Gabi, Thomas, Saúl y Koke dando así gran consistencia al centro del campo pero sin alguien que desbordara como ocurrió en la segunda mitad debido a la entrada de Carrasco.  Durante el primer tiempo los colchoneros lo intentaron ante un Málaga bien replegado y en busca de una contra que pillara desprevenidos a Lucas y Godín. Eso no ocurrió. La consistencia en el medio surgía efecto pero la conexión con los de arriba no llegaba. Apenas un disparo de Correa 'El Mago' al filo del descanso pudo abrir el marcador pero Roberto, bien situado, atrapó un golpeo seco pero centrado.

Fuente: Atlético de Madrid
Celebración del primer gol / Fuente: Atlético de Madrid

Ya en el segundo tiempo con la entrada del belga se vio más profundidad en los ataques rojiblancos. Por la izquierda Filipe se veía más acompañado y llegaba hasta línea de fondo, algo que no ocurrió en el primer tiempo. Además Juanfran, mucho mejor que en otros encuentros, también cumplió de forma notable. Con esta entrada el equipo se conectó como si de un cable se tratara y se puso manos a la obra para conseguir el gol. No fue hasta el 60' y con una magistral asistencia de Correa cuando Griezmann firmase con letras de oro su nombre en la historia del Atlético de Madrid. El francés anotaba el primer tanto del Wanda Metropolitano. Hacía historia. El resto es historia. El Atleti intentó sentenciar y el Málaga, en unos minutos finales de más corazón que cabeza se sumó al ataque sabiendo que no tenía nada que perder. Pese a ello la defensa y un muy buen Oblak dejaron el marcador como estaba. El Atleti ganaba así sus primeros tres puntos en la que será su nueva casa.

Actos y homenajes de historia

Como suele ocurrir en momentos importantes de la historia atlética el Ejercito del Aire no faltó a su cita. La Patrulla Águila sobrevoló el cielo de Madrid por encima del Wanda Metropolitano dejando un rastro con los colores de la insignia nacional. Momentos más tarde hasta tres paracaidistas aterrizaron en el terreno de juego. Uno con el balón del partido, el segundo con la bandera colchonera y el último con la española. Tras ello se hizo honor a los estadios atléticos: Campo del Retiro, O'Donnell, Stadium Metropolitano y Vicente Calderón. Con este último el nuevo Wanda Metropolitano rugió, el recuerdo aún es inmenso. Los sentimientos mayores. 

Llegó el momento álgido de los actos. Llegó el momento sentimental. Llegó el instante donde abuelos, padres, hijos y nietos se vieron reflejados en el terreno de juego. El saque de honor. D. José Eulogio Gárate, D. Fernando José Torres Sanz y Hugo, un joven canterano, entraron junto al terreno de juego. Como sí de eso se tratase, una familia. En parte lo son. Gárate se la dejó a Torres, este la controló, se la dejó a Hugo y el más joven de todos culminó el saque de honor. El Wanda Metropolitano rugía.

Saque de honor histórico / Fuente: Atlético de Madrid

Por último y tras el pitido final los jugadores dieron una vuelta de honor en el terreno de juego para después vivir un juego de luces que dejó impresionado a todo el presente y para concluir unos fuegos artificiales que hicieron maravillar al espectador. Una presentación que dejó entrever que este será y posiblemente es el mejor estadio de España y uno de los mejores de Europa.

Un nuevo hogar

Después de un verano de asimilación los atléticos llegaron a su nueva casa expectantes. No sabían como iba a ser y seguro, como el propio Simeone afirmó, iban a faltar cosas pero como siempre pasa en un cambio de casa. Así fue. El interior maravilló a los allí presentes pese a que no está culminado. Algunos remates faltan por ser colocados mientras que en el exterior aún falta mucho trabajo. Pese a todo esto, el Atlético cumplió con las expectativas. Un estadio magistral, en la vanguardia de los estadios y sin nada que envidiar a los mejores estadios de Europa y es que este Wanda Metropolitano se ha convertido en uno de los mejores.

Fin de fiestas espectacular / Fuente: Atlético de Madrid
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Sobre el autor
Andrés Fernández España
Seguidor del Atlético de Madrid. Director de Atleticosport.es y escribiendo en VAVEL.