Los blancos hicieron los deberes en casa ante el Cádiz CF, en un partido que les hizo cantar el alirón, tras la derrota del FC Barcelona en Montilivi. Los blancos se han coronado a falta de 4 jornadas para el final de curso, con 87 puntos, 13 más que el segundo, que los sitúan en la cima liguera, matemáticamente inalcanzables tanto para el Girona, como para el conjunto culé.
El Real Madrid asumió la Jornada 34 de liga con 3 goles que llegaron, casi con prisa, en la segunda mitad, gracias a la entereza de un Brahim Díaz que estaba de dulce y abrió la lata ante los más de 72 600 espectadores que tiñieron de blanco las gradas del Bernabéu.
Once de rotaciones y caras "nuevas"
Ancelotti ideó un once diferente, repleto de rotaciones, y con los ojos más que puestos en la vuelta de Champions del próximo miércoles, 8 de mayo.
Nombres como el de Militao y Güler volvieron a la pizarra del italiano, pero si alguno destacó sobre los demás en la alineación fue el de Thibaut Courtois. El guardameta belga debutó esta temporada, tras sus lesiones de rodilla que lo han mantenido alejado de los terrenos de juego por casi un año (355 días), e incluso tuvo la oportunidad de lucirse ante un público que coreó su nombre entre vítores y aplausos.
La primera mitad dejó ver un Real Madrid con las ideas muy claras, que no terminó de materializar sus ocasiones, a pesar del buen juego del equipo. Sobre todo de Brahim Díaz, que se creció en casa, con grandes destellos de calidad y se terminó llevando el reconocimiento al MVP del partido.
Un Real Madrid de detalles
El centro del campo estuvo dominado por un Real Madrid con Camavinga atrás y un Ceballos y Modric más adelantados, con Arda Güler en el vértice del rombo, que no conectaron con la última línea tanto como hubieran querido, en la primera mitad. El rol del croata en zona de tres cuartos ayudó al equipo a buscar opciones de peligro con un Brahim muy inspirado a la cabeza del ataque. El internacional marroquí dejó ver ante su afición su estilo técnico, una vez más, con todo tipo de filigranas que le hizo sudar la camiseta a la zaga gaditana, con hasta 6 regates con éxito en la primera parte.
Aunque, el Real Madrid contó con el control del partido, gracias a un Luka Modric que no soltó la batuta en ataque, junto a un Arda Güler que fue de más a menos en su segunda titularidad liguera.
Brahim le abre la puerta al gol blanco...
El Cádiz CF no contó con muchas ocasiones, pero la primera de peligro fue gaditana. Un error en defensa de Militao, que le cedió toda la responsabilidad a Nacho atrás, le puso en bandeja de plata el balón a Chris Ramos, que tuvo que correr todo el campo contrario antes de toparse con los guantes de Thibaut Courtois. El belga se mostró intratable y detuvo a su rival en el uno contra uno, y sembró una ilusión sobre el verde del Bernabéu, que floreció pocos minutos después.
Por lo que, antes de la hora de partido, el Real Madrid pudo resarcirse ante su afición gracias al primer gol, que llegó de las botas de Brahim, tras un potente disparo, desde los límites del área, que le quitó las telarañas al arco de Ledesma, gracias a un pase de Modric, que vio un hueco justo entre la línea defensiva.
... y Bellingham entra con personalidad
Los últimos 25 minutos del partido terminaron de teñir el partido de blanco y decantar la balanza a favor de los de Ancelotti, que vio recompensa a su trabajo.
La entrada al campo de Jude Bellingham recargó las pilas del Real Madrid y le dio alas de cara al pitido final que les daba, todavía sin saberlo, su trigésimo sexta liga, tras la derrota del Barsa ante el Girona, por 4-2 goles.
El partido del inglés no pudo ser mejor desde su entrada, puesto que no tardó mucho en hacer gol. Tres minutos después de que Güler le dejara su sitio, el británico recuperó el balón, tras un fallo en salida de balón del Cádiz y armó la jugada junto a Modric, que encontró a Brahim en el lado derecho, y devolvió para Bellingham, que llegó desde atrás para rematar a placer en el área pequeña.
Juego en equipo, juego en familia
Con la victoria en el bolsillo y el trofeo liguero de camino a la vitrina, los blancos no bajaron los brazos hasta el pitido final. Y el partido no terminó sin que Joselu, que estuvo intentándolo durante todo el partido, recogiera los frutos de su esfuerzo, con un gol en el tiempo de descuento, gracias a una jugada, casi, individual de Nacho.
El capitán inició jugada desde la zaga, asociándose con Vinicius, que le aguantó el balón hasta encontrarse uno contra uno ante el portero, y una vez ante Ledesma, Nacho le cedió el cuero al "14", que acarició el balón hasta la red, y no se marchó del Bernabéu sin aportar su granito de arena, a la victoria que los coronó como campeones de la liga 2023-2024.
El Bernabéu espera otra noche mágica
El Real Madrid todavía tiene grandes citas por delante, además de las últimas 4 jornadas de liga, que echará el telón abajo para los blancos el próximo 26 de mayo, ante el Real Betis, en el Santiago Bernabéu.
Aunque el calendario aprieta y el conjunto merengue no podrá faltar a su cita con la Champions League, que lo esperará el próximo miércoles, 8 de mayo, con los brazos abiertos en su propio estadio. Puesto que el Real Madrid se encuentra tan solo a 90 minutos de volver a estar en una final europea, camino a su 15ª Copa de Europa.
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 4, 2024