El Xavi entrenador que conocíamos hasta ahora, ya no será igual la próxima temporada.
Desde que el pasado 27 de enero anunció su marcha a final de temporada delante de la prensa deportiva tras la derrota frente al Villarreal en Montjuic, ya nada iba a ser igual. Pero Xavi ha cambiado, ese Xavi que veía a la prensa como un ambiente tóxico, ahora le ha ayudado a quedarse; esos jugadores a los que Xavi creía que no podía transmitirles más de lo que estaba haciendo, ahora cree que el proyecto sigue su curso con él como máximo responsable.
Para que haya decidido quedarse, el técnico catalán ha tenido que confiar en el presidente Joan Laporta y en la confianza que le ha depositado en todo momento. Y es que pese a que el de Terrassa dejó claro que su decisión era irrevocable, la junta directiva, mediante Deco, Rafa Yuste o el mismo Laporta, no cerraban la puerta a una posible marcha atrás. Y así fue.
Después de la semana más dura de Xavi como técnico del Barça, con la eliminación en Champions League después de la derrota ante el PSG y la derrota en el Clásico por 3-2, se tomó una decisión. Lo normal, o lo más lógico, hubiese sido que tras una temporada en blanco, a Xavi no se le ocurriese cambiar de decisión, puesto que "no había motivos" para hacerlo. Pero él los ha encontrado, ha visto una reacción del equipo en el tramo más importante de la temporada y, por lo tanto, "donde dije digo, digo Diego".
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La actitud, clave
Uno de los problemas más visibles del Xavi entrenador ha sido su actitud en esta última temporada. Ya sea por la presión, por un mal momento psicológico u otros temas, pero se le ha visto muy nervioso en muchos momentos de la temporada.
Xavi se suma a los entrenadores "hooligans", esos que necesitan una tila cada 45 minutos por el bien de su mente. Hay tipos y tipos de entrenadores, se puede ser como Simeone o Xavi, o como Ancelotti. Ambos son aceptables, pero dentro de un límite. Pese a que muchos agradecen que Xavi sea activo en a banda, en muchos tramos de partido pierde las formas y acaba por cabrear al árbitro, que no le tiembla la mano viendo el historial del mister.
Son ya 3 tarjetas rojas y 9 amarillas entre todas las competiciones esta temporada para el técnico culé. Cualquiera diría que el Xavi jugador es el mismo que el entrenador, un jugador que tan solo recibió 2 tarjetas rojas en su carrera futbolística.
Las consecuencias de la tarjeta a un entrenador son lo de menos, pero si, en cambio, afecta al equipo, que ve como su "jefe" es expulsado del campo y se quedan sin referencia ninguna, con perdón para Óscar Hernández. Sin ir más lejos, hace un par de semanas en el partido crucial ante el PSG, Xavi se fue expulsado en el minuto 56, dejando así al equipo cojo mientras que debían remontar la eliminatoria con uno menos, además.
No se critica la actividad frenética que tiene Xavi en los partidos, sino sus formas en algunas de las protestas, llegando incluso a pegar patadas a las protecciones del cámara principal, la víctima favorita de Xavi. Pero por y para el equipo, Xavi debe cambiar. Así lo dijo Luis Enrique cuándo le preguntaron sobre su actitud en el campo: "Intento no protestar en la medida de lo posible. Parte de mi trabajo consiste en transmitir tranquilidad a mis jugadores y enseñarles a gestionar las emociones”.
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Xavi acepta cambiar, pero también exige cambios
Si Xavi ha decidido quedarse, no es por él, sino porque ahora sí ve a un equipo que con él puede aspirar a ganar todo. Ahora, eso sí, se necesitan cambios en la plantilla para poder competir al 100% todas las competiciones posibles.
Muchas posiciones que analizar, pero pocas realmente importantes.
La defensa
Mientras que la temporada pasada fue la clave del éxito del Barça campeón de Liga, este año ha bajado el nivel, incomprensiblemente. La zaga ha estado formada en los últimos partidos por Araujo y Pau Cubarsí. Si es cierto, que con la aparición estelar del joven central, la defensa blaugrana ha mejorado, sobre todo, en salida de balón. La llegada de Cancelo al equipo le ha dado mucha profundidad, pero ha requerido también más esfuerzos defensivos de terceros jugadores.
Pese a la mala temporada defensiva del equipo, no es la principal parcela del campo a reforzarse, puesto que jugadores hay, solo falta pulirlos.
El medio campo
Probablemente, el lugar donde el Barcelona tiene más calidad. Gundogan, Pedri, de Jong, Gavi, Fermín, e incluso Christensen al final de temporada. El problema: ninguno de ellos es pivote. Si lo era, en cambio, Oriol Romeu, quien en pretemporada ilusionó a los culés, pero que ha ido perdiendo fuelle y confianza con el paso del tiempo, dejando de contar prácticamente para Xavi.
Por lo tanto, el principal objetivo del club en el mercado de fichajes es buscar un pivote defensivo de garantías. De momento, parece que Xavi contará con una alternativa interesante como es Guido Rodríguez, actual jugador del Real Betis y pretendido por Xavi desde su llegada al banquillo azulgrana. Muchos medios adelantan su llegada próxima al club culé.
La baja para que entre el argentino será Oriol Romeu, que todo indica que volverá a casa, al Girona FC, un equipo Champions.
Por otra parte, tendremos por tercer verano consecutivo los casos Frenkie de Jong y Bernardo Silva. El holandés sigue sin convencer, y ya son 4 temporadas del ex del Ajax en Can Barça, por lo que la paciencia de los altos cargos del club se está agotando. De mientras, el sueño húmedo de Laporta desde que está en el club sigue siendo Bernardo Silva, soldado de Pep Guardiola. El luso acaba contrato en 2025 (más año opcional) y parece que este año sí está dispuesto a salir del Manchester City por una cantidad "razonable" para el Barça.
Los mercados de fichajes suelen ser muy locos, quién sabe si podríamos ver un cambio Silva - de Jong. Aunque tampoco podemos descartar a Kimmich, un pivote de alto calibre que pretende el Barça desde hace años...
La delantera
Esta temporada, a Xavi le trajeron dos refuerzos: João Félix y Vitor Roque (en invierno). Lo cierto es, que ni el luso ni el brasileño han sido del agrado de Xavi. Ambos casos son diferentes, João vino cedido por una temporada y con el objetivo de triunfar por fin durante todo un año regular. Y pese no ha tenido malos números, el portugués ha ido perdiendo protagonismo en el equipo, hasta llegar a ser suplente habitual.
El caso de Vitor Roque es bastante extraño. En los casi cinco meses que lleva ya en el club y en la ciudad, a Xavi le parece que todavía no se ha adaptado mucho. Realmente, el brasileño no ha disputado muchos minutos, y tan solo ha sido titular en dos partidos, uno de ellos en Copa del Rey. En la rueda de prensa previa al partido de este lunes entre Barça y Valencia le han preguntado a Xavi sobre Vitor y su futuro en el Barça la próxima temporada.
No parece que la continuidad de João sea prioritaria, por lo que se podría intentar buscar un extremo que sea del agrado del mister. Muchos nombres encima de la mesa: Nico Williams, Rafael Leao, Kvaratskhelia... Todavía no se ha decidido sobre si entrar en la puja por un extremo, puesto que la prioridad es el pivote.
Después de una dura temporada, habrá cambios. Xavi seguirá siendo el entrenador del Barça, pero en la estructura de lo que el equipo se refiere, Laporta tiene pensado mover fichas. "Perder tendrá consecuencias", dijo el presidente al principio de su mandato, ahora solo que hay que ver como se personifican esas consecuencias.