El mes de Mayo en Sevilla, para los sevillistas, ha sido desde hace mucho tiempo un mes marcado en rojo. Los rojiblancos se han acostumbrado a llegar a esas alturas de temporada con alguna motivación de cara a la recta final, ya sea una final, unas semifinales, una lucha por el cuarto puesto o incluso por quedar aún más arriba de este. Prueba de ello es que cada Mayo, el club rememora en sus redes sociales las fechas en las que se lograron levantar títulos importantes para la entidad, y a lo largo de los 30 días son numerosas las veces que hacen recuento de los años que han transcurrido de algún trofeo, sobre todo, de alguna de sus siete UEL. Vamos a repasar cómo han sido los meses de Mayo más destacables del club en la última década.

Mayo de 2014: Noche mágica en Mestalla y tricampeones

Va a hacer dentro de un mes una década de uno de los partidos europeos que más le duele a los valencianistas, pero que más adoran los aficionados sevillistas. Un partido para recordar, épico, tenso hasta el último minuto y con un final muy ADN Sevilla. Tras un partido de ida a finales de Abril donde el Valencia CF perdió 2-0 en el Ramón Sánchez Pizjuán, el equipo dirigido por Juan Pizzi en aquel entonces parecía haber logrado remontar en su casa, al anotar tres goles y ponerse 3-0 en la vuelta en el feudo valencianista. Sin embargo, un gol metería al Sevilla en la final, pues en ese momento estaba vigente la ley del gol doble fuera de casa, por lo que de anotar, el resultado global sería de 3-3 pero con el Valencia sin haber marcado ningún gol en el templo rojiblanco y los sevillistas, de marcar, sí lo habrían conseguido. Así, corría cerca del minuto 94 cuando Coke colgó un balón desde el lateral con fuerza, que cabeceó Fazio y, sin tocar la pelota el césped en ningún momento, llegó a Mbia para que este pusiese el 3-1 en el marcador. Los jugadores hispalenses se volvían loco y sus aficionados aún más, al contrario que los locales, que caían derrumbados ante tal varapalo.

La plantilla del Sevilla FC 13/14 celebrando la victoria en penaltis frente al Benfica
La plantilla del Sevilla FC 13/14 celebrando la victoria en penaltis frente al Benfica

Esto le dio acceso a disputar la final 13 días después de aquella épica, que se disputó en Turín, Italia. Concretamente en el estadio de la Juventus. Su rival sería uno de los equipos más grandes de Portugal, el Benfica. Tras un partido muy disputado, acabó decidiéndose en penaltis, donde el Sevilla no falló y derrotó a los portugueses por 4-2. Lograba conquistar el equipo español su tercer título de dicha competición, dando inicio a una historia de amor que ninguno podría imaginar. 

Mayo de 2015: Tetracampeones

En 2015, el Sevilla de Unai Emery se plantó en Mayo en la misma situación que un año antes, siendo semifinalista europeo. Su rival en esta edición de UEL sería la Fiorentina de Paulo Sousa. Los italianos, tras realizar un camino en la competición bastante serio donde se vieron las caras contra el Tottenham en dieciseisavos, contra la AS Roma en Octavos y contra el Dinamo de Kiyev en cuartos, se jugaban la clasificación a la final ante el vigente campeón por aquel entonces del torneo. El equipo andaluz demostró estar a la altura de llevar dicho cartel, pues ganaron en la ida en el templo sevillista por tres a cero y, lejos de confiarse en el encuentro de vuelta, ganaron por cero a dos a los "viola" en su propio terreno. Nada pudieron hacer los hombres dirigidos por Sousa, que ni siquiera llegaron a anotar un sólo gol a los sevillanos. Aleix Vidal por partida doble y Kevin Gameiro le dieron la victoria en el primer enfrentamiento y Carlos Bacca y Daniel Carriço la cerraron en el segundo.

El Sevilla de la 14/15, levantando la UEFA ganada al Dnipro | Foto: Gettyimages
El Sevilla de la 14/15, levantando la UEFA ganada al Dnipro | Foto: Gettyimages

Con este gran resultado global, y por segundo año consecutivo, el Sevilla se metía en la final celebrada en Varsovia. El objetivo, salir tetracampeón en Polonia. Su contrincante, el Dnipro, equipo ucraniano que fue sin duda uno de los equipos revelación de la temporada. Eliminando por el camino a Ajax, Brujas y Nápoles, buscaba ponerle el broche de oro a una espectacular edición en Europa. Aunque no lo logró, le puso las cosas extremadamente complicadas a los rojiblancos. Fueron de hecho los ucranianos los primeros en anotar de hecho, en el minuto siete con gol de Nikola Kalinic, pero los tricampeones en ese momento de la UEFA consiguieron sacar su ADN y de la mano de krychowiak y Carlos Bacca, lograron darle la vuelta al  resultado. Sería temporal, pues el sorprendente Dnipro logró igualar y meterse de nuevo en el partido. Algo que, finalmente, no le sirvió de mucho, pues de nuevo el delantero colombiano sevillista anotó, apuntándose el doblete y dándole el triunfo definitivo a los suyos. El Sevilla FC lograba ser tetracampeón de la UEFA Europa League.

Mayo de 2016: cierre de una trilogía

En la temporada 2015/2016, el Sevilla FC reafirmaría su amor por la competición europea de la cual ya poseía cuatro trofeos. En liga, su temporada fue algo mediocre. Quedaron séptimos en la clasificación, con 52 puntos y a ocho del sexto, una diferencia bastante considerable. Esto les obligó a acudir a su querida UEL, a tratar de defender su título de campeón por dos años seguidos, en busca de prolongarlo un tercero. 

Así, jugó a primeros de Mayo la vuelta del partido de semifinales de la UEFA Europa League. Ese año, el partido de ida cayó el 28 de Abril, logrando un empate fuera de casa contra su rival en aquella ronda, el Shakhtar Donetsk. Con un empate a dos, el Sevilla tenía una gran situación para jugarse en su tierra la segunda parte de la eliminatoria. No decepcionaron los andaluces, que pese a que le empataron el gol inicial de Kevin Gameiro, a través del francés y del brasileño Mariano Ferreira, que se sacó un misilazo desde fuera del área con el exterior, sentenciaron las semifinales terminando el partido con un 3-1, lo que sumó al marcador general un total de 5-3 a favor de los rojiblancos.

La plantilla sevillista de la 15/16 posando con la UEFA ganada contra el Liverpool | Foto: Gettyimages
La plantilla sevillista de la 15/16 posando con la UEFA ganada contra el Liverpool | Foto: Gettyimages

Avanzó, una vez más, a la última instancia de la competición. Se empezaba a hacer habitual ver a los de Unai Emery en ese punto del torneo, pues ya por tercer año consecutivo lograban colarse dentro de los dos candidatos finales a tocar plata. En esta ocasión su contrincante sería un equipo de engundia, se enfrentarían al Liverpool FC. El equipo inglés, al mando de Jurgen Klopp ya por aquel entonces, llegaba tras verse las caras con otro equipo español en la ronda anterior, el Villarreal CF. Venció el equipo de la premier league a los groguets y obtuvieron plaza para la gran final en Basilea. Una final que empezaría ganando, con un un gol de Sturridge en el minuto 35 que ponía a los suyos por delante. Parecía que el histórico récord de ganar tres UEL consecutivas se diluía para el Sevilla, pues tras su año en competición doméstica, teniendo que bailar con el equipo que le tocó en la final, y empezando por detrás en el marcador, se ponía negra la cosa.

Pero el "Dicen que nunca se rinde" no es un lema, es un estilo de vida para el club de la capital andaluza. A la vuelta del descanso, en prácticamente la  primera jugada de la segunda mitad, puso el empate Kevin Gameiro, y el queridísimo por la afición sevillista Coke Andújar, con un gran doblete en el 64 y en el 70, hizo que los rojiblancos cogiesen carrerilla en el marcador, impidiendo a su rival que, ni con 20 minutos por delante aún, lograsen mover de nuevo las tablas. Así, el Sevilla culminó un récord que se tardará muchos años en igualar, y reafirmó que el mes de Mayo comenzaba a ser muy bonito para los andaluces.

Mayo de 2021: Un Sevilla de récord

En 2021, el Equipo dirigido por Julen Lopetegui logró poner fin a una temporada 2020/21 que se recordará como una de las más bonitas para los de Nervión. Tras hacerse con la sexta Europa League en Agosto de 2020, poco después de abandonar Colonia rumbo a Sevilla, inició de nuevo Laliga para dar la bienvenida a una nueva temporada. Las expectativas en el equipo eran altísimas, tras ver cómo compitieron contra equipos de nivel top como Manchester United, Roma, o Inter de Milán, a los que vencieron en la final. Y la verdad es que no decepcionaron, pues llegaron a finales de Mayo habiendo ganado 24 de las 38 jornadas, y empatando otras cinco, cayendo en tan sólo nueve ocasiones. Unos números que le valieron para que, en la última jornada, se jugasen escribir un capítulo más en la historia del club: ser la temporada con más puntos conseguidos. 

Disputaron dicho partido contra el Alavés frente a su afición. O más bien, frente a sus gradas, pues los aficionados aún no podían asistir debido a las restricciones del Covid-19. En un partido muy muy plano, donde los locales trataban de anotar el ansiado gol que les diese el hito mientras que los visitantes se negaban a concederles la satisfacción, parecía que iba a terminar sin obtener el deseado premio los de Lopetegui. Sin embargo, el Papu Gómez, flamante fichaje de invierno, se sacó un golazo de sus pies en el minuto 92 para poner, literalmente, a bailar a todos sus compañeros su clásico baile. 

El Papu Gomez y el resto de la plantilla yendo a celebrar el gol que suponía superar el récord de puntos histórico| Foto: Gettyimages
El Papu Gomez y el resto de la plantilla yendo a celebrar el gol que suponía superar el récord de puntos histórico| Foto: Gettyimages

Cabe destacar que, además, este Sevilla llegó hasta alrededor de la jornada 34 incluso con serias posibilidades de ganar Laliga, siendo la temporada que más próximo ha estado de lograrlo de los últimos tiempos. No fue capaz, pero con el objetivo principal de entrar en Champions cumplido y de forma bastante cómoda, los aficionados no podían reprocharle nada en absoluto a los suyos, que no obstante lo intentaron hasta el final.

Mayo de 2023: El mes más mágico 

Como se puede conocer ya por todo lo analizado hasta ahora, este mes es especial para el Sevilla FC. Es posiblemente el momento más querido de los aficionados, porque casi siempre llegan con algo por jugar, con momentos para recordad y otros por escribir. Pero lo vivido el pasado 2023 fue algo único, fue algo mágico. Si alguien no sabe de qué es capaz el conjunto nervionense, el curso pasado lo conoció. A todo sevillista se le dibuja una sonrisa al llevar a su memoria esa fecha. 

Porque el por aquel entonces plantel a cargo de José Luis Mendilibar, venía de hacer una temporada nefasta hasta la llegada del técnico vasco. Estuvo coqueteando con el descenso, se arrastró por muchos campos de LaLiga e incluso por el suyo propio, y se alejó mucho del Sevilla que todos esperan y que sus fieles seguidores quieren ver. Eso sí, tras caer de Champions a UEL, no rechazó en ningún momento a su amada competición europea. Algunos consideraban que los de Nervión debían tirar el torneo internacional para centrarse en el nacional, pues como se suele decir quien mucho abarca poco aprieta. Y ese miedo existía en la propia grada rojiblanca, que temían que por no dar de lado a Europa, el cansancio físico pasase factura y arriesgasen su presencia en la máxima división española.

Estos pensamientos se incrementaron cuando en Abril le tocó jugar contra el Manchester United, un más que claro favorito a salir campeón. Sin embargo, el conjunto inglés que fue capaz de eliminar al FC Barcelona y golear al Real Betis, hincó la rodilla ante los, en ese momento, hexacampeones del campeonato. Y eso que empezaron por delante con un 2-0 en el marcador en la ida, en su casa, y arrollando. Pero al rey de la UEFA Europa League, o lo matas, o renace. Y eso hizo, obteniendo un empate épico in extremis, obligando a que todo se jugase en Sevilla donde, una vez más, hicieron de su templo un infierno. Un infierno blanco, pues todos los peldaños se vistieron de dicho color, y con ese caluroso ambiente para los locales, y hostil para los rivales, golearon a los favoritos del torneo, con un contundente 3-0.

La plantilla del Sevilla FC celebrando la victoria frente al United en Cuartos de UEFA| Foto: Gettyimages
La plantilla del Sevilla FC celebrando la victoria frente al United en Cuartos de UEFA| Foto: Gettyimages

Una vez puesto en contexto resumiendo el mes de Abril, hay que recalcar que lo que les esperaría en su mes fetiche, sería aún más grande, épico e histórico. Algo prácticamente indescriptible. El 11 de Mayo les tocaría viajar a un estadio donde salió campeón, el campo de la Juventus, para jugarse la ida de las semifinales. En este punto, su situación en liga había mejorado con una pasmosa velocidad, por lo que el descenso ya comenzaba a ser algo implanteable. En Turín, y contra todo pronóstico de nuevo, empezó adelantándose los de Mendilibar con un gol combinativo exquisito, para ver una y otra vez. Anotó En Nesyri, y los nervios aumentaban cada vez más. No logró un empate los visitantes debido a un gol local fuera del tiempo de descuento incluso que igualó el resultado, algo que enfadó a la afición del Sevilla. 

Mendilibar sorprendió al final del partido con su declaración donde dejaba ver que era casi mejor que les hubiesen empatado y no hubiesen ganado, pues en la vuelta les serviría para mantenerse atentos y salir a dominar y llevarse el partido. Los aficionados, primero furiosos por lo ocurrido, transformaron esa rabia en sed de venganza, y el rey cabreado es capaz de destruir a cualquier gigante. Sobre todo este rey, que el 18 de mayo esperaba impaciente y con muchas ganas la revancha en el manicomio de Nervión. La grada, con sus iniciativas como la de ir todos conjuntados de rojo o lanzar papel higiénico al césped, creó una atmósfera que es imposible que no achante a cualquiera que se ponga delante y, por ende, de alas a los que saben que tienen eso a su favor.

La plantilla del Sevilla celebrando con la grada el pase a la final contra la Juventus | Foto: Gettyimages
La plantilla del Sevilla celebrando con la grada el pase a la final contra la Juventus | Foto: Gettyimages

Y pese a que mediante Vlahovic la primera en golpear fue La Vecchia Signora, la felicidad les duró poco. No cesaron de saltar, de alentar, de llevar en volandas a los suyos los situados en los peldaños del templo nervionense. Y un recién ingresado Suso, que estaba en un momento muy fino de forma y todos le rogaba que llegase físicamente bien al encuentro, se sacó de la chistera un chicharro desde fuera del área que desató la locura, y le dio más motivos a jugadores y afición de imponer miedo a su contrincante. Se llegó a prórroga, y aunque todos tenían unos nervios mayúsculos, el sueño de salir campeón en un año tan duro era mayor aún. Sólo cinco minutos de dar comienzo los 30 minutos extra, Lamela a pase de Bryan Gil anotó de cabeza un tanto que ya es historia del club. Con mucho sufrimiento en los siguientes minutos e incluso una inmerecida expulsión de Marcos Acuña en el 115, el Sevilla era, otra vez, finalista de su competición.

El día que cerraba el mes, el 31 de Mayo, sería el día marcado en rojo para sevillistas y para Romanos, concretamente, los seguidores de la AS Roma del entrenador que hasta ese entonces no había perdido ninguna final europea. El equipo que nunca había sido derrotado en una final de UEL frente al míster que jamás había hincado la rodilla en una final internacional. La emoción estaba garantizada. En Budapest sucedieron muchas cosas, cosas que dan para un reportaje más extenso que este incluso. Pero en un partido con mucha tensión, con muchas dificultades previas de los aficionados españoles para obtener vuelos a Hungría, y con unas imágenes espectaculares como la del tifo desplegado por el sector sevillista, el Sevilla trataba de lograr uno de sus mayores hitos.

Empezó golpeando la Roma con un gol de Dybala que le daría a los suyos la ventaja hasta el descanso. A la vuelta de este, los de Mendilibar mejoraron mucho sus prestaciones, se empezó a jugar a lo que querían ellos y encerró a los de Mourinho. Fruto de esto vino el empate, en propia puerta de Mancini. Después de ocasiones para ambos lados, y con una prórroga de infarto, se llegó a la tanda de penaltis. Y como dato: el Sevilla no era la primera vez que llegaba hasta ese punto en una final de dicha competición. Y todas las había ganado. Era un especialista y, para más inri, tenía a más especialistas como Rakitic, Montiel o Yassine Bounou.

El Sevilla levantando la séptima en Budapest | Foto: Gettyimages
El Sevilla levantando la séptima en Budapest | Foto: Gettyimages

Este último fue héroe otra vez más, pues gracias a los dos penaltis parados y los lanzamiento bien ejecutados de los lanzadores sevillistas, dejó a Montiel a un acierto de coronar al Sevilla como heptacampeón. Falló, pero el destino quiso que igual que le ocurrió en el mundial, le tocase rebobinar y volver a lanzar la pena máxima por posición adelantada del guardameta. Y el argentino falla una vez, pero no perdona una segunda. En esta ocasión la mandó al fondo de la red y tiñó de rojiblanca la capital húngara. La zona destinada para los desplazados sevillistas estalló de alegría, los que seguían el partido desde Sevilla hicieron lo propio, y, por el camino, el Sevilla recibía su séptima copa de la UEFA. Un día y un momento memorable, enorme para los anales de la historia sevillista, y que no se puede describir con palabras las emociones que los aficionados vivieron. Lo que es el fútbol, de llorar por poder ver a tu equipo en segunda a llorar por tocar una vez más el cielo.

Un mayo distinto, Mayo de 2024

Pese a que como hemos contado es un momento muy bonito para los aficionados del Sevilla FC, este 2024 será muy distinto. Esta vez, por primera vez en mucho tiempo, han llegado a primavera eliminados de todo, incluido de copa. Para mayor desgracia, la situación del equipo es catastrófica y aunque parece que va levantando cabeza, alguna que otra vez pega un batacazo que le vuelve a hacer temer por el mismo miedo que tenía hace un año, el de descender. Esta vez y a falta de algo más de medio mes para alcanzar el querido mes de Mayo, las únicas aspiraciones que tienen los de Quique Sánchez Flores es el de lograr la permanencia cuanto antes, pues ni siquiera tienen la posibilidad de luchar por un puesto en Europa el año que viene, que salvo giro muy muy drástico, será un año sin presencia en el viejo continente. No obstante, lo ya logrado no se lo quita nadie y, pasen los años que pasen y ocurra lo que ocurra deportivamente, esos hitos serán siempre recordados y Sevilla en Mayo siempre será una historia muy bonita que contar. 

El Sevilla celebrando un gol contra la Real Sociedad en esta 23/24 | Foto: Gettyimages
El Sevilla celebrando un gol contra la Real Sociedad en esta 23/24 | Foto: Gettyimages