Aún con la resaca del Derbi presente, se inicia una nueva jornada de LaLiga en la que el Atlético de Madrid visitará a Club Atlético Osasuna. Empresa complicada a todas luces en la que se antoja fundamental sacar los tres puntos para hacer buena la gran victoria obtenida en el Derbi madrileño del pasado domingo.

Las sensaciones del equipo colchonero tras pasar por encima de su eterno rival fueron muy buenas pero la preocupación no es otra que el poder mantener ese nivel y esa intensidad en todos los encuentros. Obviamente, no todas las jornadas son de Derbi pero si el Atleti quiere aspirar a algo debería dar el 150% contra rivales de entidad europea y el 100% contra todos los demás. Es la única forma en la que el conjunto de Simeone puede competir por algo, o por todo, en una temporada. Está de sobra comprobado.

Y ese es el reto que afronta ahora el preparador argentino. Tras un inicio de temporada con luces y sombras, derivadas en gran parte de la irregularidad del equipo, toca asentarse y remediar los errores ya que aún se está a tiempo. Inicia por lo tanto el Atlético una semana crucial con el objetivo de sumar dos victorias frente a Osasuna y Cádiz para posteriormente intentar superar al Feyenoord en el Metropolitano y poder recuperar la ventaja perdida en el último minuto en Roma, frente a la Lazio.

Con lo que se vio en el Derbi, tanto en el césped como en la grada, adquirir la condición de equipo regular podría potenciar a un Atleti que tiene plantilla, entrenador y, por supuesto, afición para llegar a las cotas más altas. Todo depende de los chicos de Simeone. Y todo es todo. Viene un año con cuatro competiciones por disputar y el Atleti debe competir en cada una de ellas.