Año de diferentes sensaciones el que ha vivido el jugador argentino con los armeros, ya que ha pasado de ser clave en los esquemas de Mendilibar a no participar. Situación difícil la del jugador armero, que con la gran competencia que tiene en su puesto descansa en el banquillo con la esperanza de que en 2017 tenga una oportunidad de ganarse el puesto que llegó a tener, pero que ahora pertenece a otros.

Mendilibar confía en dos Santos

Se podría decir que el argentino era la pareja de baile perfecta para cualquiera que compartiese puesto con él en el primer tramo de año. Bien Ivan Ramis, el cedido Pantic o el fichado en invierno Ansotegi, tuvieron que dividirse las labores de defensa central con un Mauro dos Santos que era indiscutible en los esquemas del preparador de Zaldibar. Tan solo fueron siete los partidos que se perdió el exjugador del Almería, siendo en total 2680 minutos los que jugó, uno de los jugadores del plantel eibarrés que más partidos disputó.

Ayudó en su parcela a que el Eibar mantuviese la categoría, finalizando el campeonato en el decimocuarto puesto, con un pequeño colchón sobre el descenso que le permitió al conjunto guipuzcoano llegar al tramo final de la temporada más relajado.

Pierde protagonismo en la 2016/2017

Si decíamos que en la temporada 2015/2016 el jugador armero era uno de los jugadores que más había jugado y, por lo tanto, uno de los jugadores clave en los esquemas de Mendilibar, en la presente temporada, con los fichajes de hombres como Lejeune y Galvez, ha pasado a un segundo plano.

Tuvo que esperar a la quinta jornada para poder jugar su primer partido de la temporada, sumando dos partidos consecutivos más hasta que quedó relegado al banquillo. Desde aquellos tres compromisos, el argentino tan solo ha podido jugar los dos partidos de Copa del Rey ante el Sporting, donde el Eibar derrotó al equipo asturiano.