Tras una ilusionante primera victoria, los de Luis Enrique afrontaban uno de los partidos mas igualados sobre el papel de esta Copa Mundial. Los ibéricos habían vencido en su primer encuentro a Costa Rica por un contundente 7-0, mientras que los bábaros eran justo la otra cara de la moneda, derrota ante los japoneses.

  • Mismas intenciones

El técnico asturiano, muy propenso a variar los onces iniciales, planteó una estrategia idéntica al partido anterior: control de balón hasta buscar las flaquezas defensivas y huecos de Alemania. Por ello el único cambio que realizó fue sustituir a Azpilicueta para dar entrada a Dani Carvajal. 

Volvía a afrontar un partido clave dejando fuera a Morata y apostando con el falso nueve que tan bien le funcionó contra los costarricenses y esperando que diera resultado también en este partido. 

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El conjunto de Hansi Flick si que hizo varias modificaciones con respecto a la derrota contra Japón. Kai Havertz se quedó en el banquillo, siendo sustituido por Goretzka y pasando a Müller a la posición de delantero, buscando así, repoblar el centro del campo que tanto alimenta el juego español. En defensa, Süle pasó a la posición de central mientras que Schlotterbeck, quien no estuvo fino en el primer choque, dio entrada a Kehrer en el lateral.

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  • Intercambio de golpes

Los compases iniciales del partido fueron lo esperado: una selección española intentando tocar mientras que los germanos presionaban en busca del error.

Precisamente los errores fueron los protagonistas de las principales ocasiones de peligro de esta primera parte, errores de los porteros.

Sendos fallos en las entregas de Unai Simón y Manuel Neuer dieron pie a tiros peligrosos por parte de ambas escuadras, quienes podrían haberse adelantado en el marcador muy pronto.

España no se veía cómoda, pero Alemania tampoco estaba generando mucho peligro. El marcador hizo justicia a lo que se vio en el césped, y llegaron al descanso con un empate a 0.

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  • Un partido de nueves

Ninguno de los dos seleccionadores modifico su plantilla de cara al comienzo de los segundos 45 minutos, y el comienzo de estos siguió con la tónica de lo que estábamos viendo. Pasados 10 minutos, Luis Enrique dio entrada a Morata sustituyendo a Ferran Torres, poniendo así un 9 de referencia. El delantero del atlético se hizo notar desde el primer minuto, y tan solo 8 minutos después de saltar al campo, remató otro centro de Jordi Alba adelantando así a los españoles y dejando a los alemanes en la cuerda floja.

Viéndose por detrás, los tetracampeones se vinieron arriba en busca de su gol, por eso, su entrenador también optó por la entrada de un delantero puro como lo es Füllkrug. Para contrarrestar la ofensiva alemana, Nico Williams entró al terreno de juego con la intención de aprovechar alguna contra y colocar el segundo en el marcador.

Pero el gol que subiría al electrónico no seria el suyo, sino el del recién incorporado rematador alemán. Una jugada de varios rebotes que acabó empalmando el jugador del Werder Bremer a la escuadra de la portería de Unai Simón, que poco pudo hacer ante eso.

Tras igualarlo, los alemanes siguieron asediando, pero la defensa española logro aguantar el resultado y dar por bueno un punto que los deja prácticamente clasificados, mientras que a Alemania le sabe a poco.

  • Última prueba

El jueves a las 20:00 hora española finaliza este grupo con los encuentros de España-Japón y Costa Rica-Alemania. Una jornada intensa, puesto que prácticamente cualquiera puede pasar. Los españoles darían por bueno el empate contra los nipones, mientras que incluso perdiendo podrían llegar a pasar debido a la amplia diferencia de goles lograda ante los centroamericanos.

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Pero el estilo de Luis Enrique no es el de ir a buscar la clasificación mediante matemáticas, sino a ganar el partido.