Su misión era clara, venir a disfrutar del Giro de Italia y mejorar en todos los aspectos posibles de cara al Tour de Francia. Son sus dos objetivos principales durante la temporada presente y ya va en busca del primero. No tiene rival aparente durante las duras cuestas de la última etapa.

Objetivo: mantener el liderato

Se quiere dejar de medias tintas de que un ciclista de transición ocupe todos los focos. No, el ciclista esloveno quiere ocupar todos los focos y sumar el máximo posible de días con este premio que lo deja como el mejor corredor hasta la fecha del Giro de Italia.

El trabajo de Ineos Grenadiers fue clave para cazar al corredor fugado desde el inicio de la etapa. El corredor británico Gerain Thomas se veía con fuerzas para atacar a todos sus rivales en las rampas de mayor exigencia. A falta de 11 kilómetros una avería mecánica de Tadej Pogacar parecía dejarlo fuera de juego, sufría una caída.

La ayuda de dos compañeros fue clave para volver a conectar con el grupo principal del que tiraba Ineos. Al final, Andrea Piccolo, que se había marchado a 51 kilómetros de meta. Cuando estaban llegando a la subida final de Oropa, el ciclista esloveno conectaba con cabeza y ponía en marcha un ritmo infernal.

El hachazo de Oropa

A falta de 6.5 kilómetros era cazado por el ritmo de UAEW. Dos kilómetros después atacaba Tadej Pogacar, que se marchaba solo buscando su primer triunfo de etapa. No tenía cuentakilómetros ni pulsometro porque llegaba con una bici de recambio.

Pero le da igual, el corredor ha mostrado su condición de favorito y ya ha metido más de medio segundo a sus perseguidores más cercanos. Se pone la maglia rosa y confirma las buenas sensaciones esperadas antes de la gran carrera.

Se configura en el selecto club de ciclistas que han conseguido ganar etapas en las tres grandes vueltas. Algo único que confirma la gran condición del ciclista esloveno que actualmente es el mejor corredor del mundo,.