La venganza es un plato que se sirve bien frío. O por lo menos, es algo que siempre me han dicho a lo largo de los años. La rivalidad entre Miami y Boston se sigue alargando cada temporada. En esta ocasión, sin el máximo verdugo de Miami, Jimmy Butler.

Boston se clasifica sin problemas

Paliza tras paliza. A excepción del segundo partido que es algo extraño que ocurre en ocasiones en el mundo del deporte. Anotar el máximo número de triples en la historia de la franquicia en los playoffs fue lo único que pudo parar a un equipo que aterra a cualquiera.

El resto de partidos ha sido un paseo en el último cuarto para Boston Celtics. Sus rivales no han puesto en apuros a Boston ni con los cambios técnicos realizados. Ya que Boston Celtics tenía entre ceja y ceja humillar a sus verdugos del año anterior.

Entre las felicitaciones hay una situación que arde en la mente de Joe Mazzulla, la lesión de Kristaps Porzingis. No se sabe la gravedad de su lesión pero su ausencia puede ser clave en los próximos partidos. Al Horford es un gran recambio junto a Sam Hauser, pero hace falta algo más en la titularidad para dar tranquilidad en el equipo.

Un recambio junto a Jrue Holiday que han sido claves en una temporada de récord. Jaylen Brown y Jayson Tatum vieron como Derrick White con sus 58 puntos en los dos últimos partidos eliminó a sus rivales y se configura como una pieza clave en los playoffs.

Tyler Herro no es Jimmy Butler

El base no ha tenido su mejor actuación dentro de estos playoffs. Ha asumido una responsabilidad de forma inesperada ante la ausencia de Jimmy Butler que abre un cisma en Miami. La posibilidad de adquirir nuevos bases en el futuro, como Luka Doncic, hace ver que no es un jugador intransferible.

La ausencia del líder que estaba alineado con Bam Adebayo ha mostrado muy poca capacidad ofensiva del equipo. Bam Adebayo tuvo que tirar del carro, pero sus rivales fueron demasiado en todos los sentidos. Un final, que hace ver como Jaime Jaquez Jr ha surgido como una pieza clave de futuro.