Resulta extraño que en un país como España, tan aficionado a la exaltación de las figuras deportivas nacionales, sigan siendo poco conocidos y muy poco reflejados en los medios de comunicación los practicantes de un deporte tan asentado y duro como la escalada. Los últimos campeones del mundo, Patxi Usobiaga (2009) y Ramon Puig -Ramonet- (2011) son desconocidos del gran público. El madrileño Daniel Andrada se va convirtiendo a sus 36 años en uno de los últimos escaladores en activo de la etapa mítica de este deporte. Loshermanos Pou, Iker y Eneko, han conseguido gracias a la atención de los documentales una atención relativa. Y sin embargo, desde que la escalada deportiva se asentara como deporte escindido del alpinismo, ya han pasado casi cuarenta años: y un cuarto de siglo desde las primeras competiciones internacionales. El deporte ya dispone de una Copa del Mundo, un Campeonato bianual, tres disciplinas -cuerda o lead-, búlder y velocidad-, pruebas internacionales, nacionales y autonómicas, y un increíble número de zonas y vías de dificultad. Y será una prueba olímpica antes de 2020.

La escalada deportiva, ignorada en España por los medios

Mientras los eventos deportivos, como el reciente Campeonato del Mundo en Arco, mueven multitudes fuera de España, hay favoritos conocidos por el público, los entrenamientos son cada vez más duros y tecnificados, la prensa española se desentiende de este fenómeno. Sin embargo, si alguien se pasara por alguna de las salas se entrenamiento o los muros urbanos -rocódromos-, en los que se entrena principalmente búlder y preparación física específica, quedaría asombrado de no encontrar un espacio libre al que agarrarse. En España se encuentran algunas de las zonas o escuelas en las que el mundo tiene la vista puesta, como Santa Linya, Oliana o Villanueva del Rosario -en cuanto a referentes de dificultad-  o Rodellar, Cuenca o Chulilla como lugares para desentrañar los problemas creados por los escaladores que han trabajado aquí durante toda una vida. Así hasta más de mil zonas para todos los gustos: solo teniendo en cuenta las zonas de escalada deportiva. De seis vías graduadas como"9b" -grado máximo de dificultad en la escala francesa alcanzado en enero de 2012- en el mundo, cuatro se encuentran en España, y hay un enorme número de propuestas por toda la geografía. Pero si hablamos de escalada se sigue pensando en Pérez de Tudela, o en Suiza o el Himalaya.

El mito de la peligrosidad, la aventura y la ignorancia

La escalada es como la música: la mayoría la han probado en su juventud, a casi todos les parece exótico, atrayente e incluso "sexy"-, y en definitiva es una gran desconocida para el gran público salvo en sus facetas más comerciales. Que en 2012 haya que explicar que los mejores escaladores de la escena internacional -quince españoles entre los TOP 30- ni han pisado el Himalaya, ni tienen intención inmediata de hacerlo, resulta un poco desconcertante para la gran masa de practicantes. En realidad se sigue dando cancha y espacio en periódicos y televisión a actividades punteras en los años 80, como los catorce ochomiles -primera mujer, primera persona mayor, persona más joven, y así hasta el infinito-, pasando por alto que el alpinismo puntero hace tiempo que abandonó el himalayismo por vías normales (las más sencillas). Cuando hace veinte años que un escalador alemán, Wolfgang Güllich, rompía los moldes de la considerado posible en roca al proponer con su "Action Direkte", en Frankenjura, Alemania, la primera vía de noveno grado francés (o XI en la escala UIAA alpina tradicional), escalar se sigue viendo como una actividad de aventura, peligrosa y propia de jóvenes inconscientes. En realidad lo que Güllich y su amigo Kurt Albert propusieron fue escalar por las paredes tradicionales, usando los anclajes solo para seguridad: la ascensión se convierte en válida si se realiza desde el suelo hasta el final sin ayudarse más que de los agarres naturales de la roca, de una sola vez y sin descansos. Los escaladores franceses, con una geografía más generosa en paredes calcáreas tomaron la delantera en entrenamientos y dificultad. Era cuestión de tiempo que los deportistas se tecnificaran, fueran cada vez mejores, y los materiales se ajustaran a la nueva disciplina, en la que el riesgo y los largos viajes ya no son compañeros necesarios.

La escalada: Jerry Moffat, Wolfgang Güllich, Daniel Andrada,Chris Sharma, Ramonet....

Curiosamente, los primeros en sonar fuerte en este deporte fueron los Estadounidenses del valle de Yosemite: esta visión publicitaria se ha mantenido hasta la actualidad y el californiano establecido en España Chris Sharma es una figura mundial que se puede permitir vivir de esta actividad. Aunque las competiciones son muchas, los premios no son espectaculares, y al fin y al cabo es un deporte individual en el que es difícil ser el mejor o el que mejor se vende: el ganador se lo lleva todo. Así, hasta hace muy poco, grandes figuras de este deporte como Dani Andrada, o Edu Marín no encontraban patrocinadores: los grandes pioneros en España como Txavo Vales, Joan Olivé o Patxi Arocena probablemente ni se lo plantearon. Y sin embargo, escaladores como  el inglés Jerry Moffat, aún por debajo de los cincuenta años, ya escriben sus memorias ("Revelations"), y el gran Wolfgang Güllich daba forma a los entrenamientos específicicos apuntados por John Gill o Tony Yaniro. Veinte años después de su muerte en accidente de tráfico es una figura reconocida en todo el mundo. Y por alguna extraña razón, en España, cuya geografía y clima otorgan la palestra perfecta para la escalada en naturaleza, y cuyo nivel y número de practicantes es el más puntero del mundo, sigue con lavista puesta en actividades de escaso o ningún valor deportivo. Quizá precisamente esa ventaja sea nuestra maldición: las competiciones se celebran en estructuras artificiales, donde prima la fuerza y el entrenamiento sobre presas de resina - es la única forma de medir quien escala mejor sobre una determinada vía- y por estos lares, ¿quién tiene la fuerza de voluntad de encerrarse en salas teniendo cerca zonas de búlder como Albarracín o Santa Gadea? ¿Quién se queda en un gimnasio teniendo paredes perfectamente equipadas en todo el Levante, Cataluña, Aragón, Andalucía que compiten con las mejores del mundo?

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Sobre el autor
Juan Antonio Nuevo Benítez
Licenciado en Ciencias de la Información en 1992, Juan Antonio Nuevo es un activo periodista y viajero, cuyos intereses abarcan desde la actualidad política y económica, hasta los deportes, y la literatura. Es esclador y corredor de montaña en activo, y en el pasado compitió en carreras de fondo y medio fondo, pasando por todos los deportes relacionados, como piragüismo, ciclismo (carretera y BTT), y deportes de fuerza. Los deportes de equipo en la actualidad solo los disfruta como espectador erudito.