El partido comenzó bastante igualado, con alternativas en el marcador, con ambos equipos acertados en defensa y en ataque a rachas. El equipo local parecía que mantenía las buenas sensaciones demostradas en el partido de Euroliga ante Olympiacos pero sólo durarón un cuarto. 

Esta temporada la moral  del equipo local es frágil y no  les permite mantener el ritmo y la intensidad necesaria para doblegar a un buen equipo como Unicaja. Pudo ser debido a lesión de Sato que acortó la rotación del equipo e hizo jugar en defensa demasiados minutos a hombres "bajos" frente al liturano Kuzminskas. O simplemente pudo ser porque el equipo visitante jugó como un equipo, muy intenso en defensa y mantuvo incluso este nivel en los últimos minutos cuando el marcador ya les era claramente favorable. Los taronja ante el más mínimo contratiempo, se vienen abajo y olvidan los mandamientos de su entrenador, intensidad defensiva, lucha y contraataque. Y se convierten en un equipo que pierde balones en pases desacertados, que llegán a ataques estáticos donde no tiran cómodos.

Dos fases

Las fuerzas y la intensidad defensiva de Valencia Basket desaparecieron una vez concluido el primer cuarto y Unicaja, mantuvo su nivel, sobre todo defensivo y supo aprovechar las ventajas individuales que generaban. Dos claras ventajas de Kuzminskas contra Rafa Martinez, en altura, permitiendo tiros librados al lituano ayudando en ataque, pero tambíen ayudó en la consecución de segundo ataques (gracias a tres rebotes ofensivos). La otra ventaja fue el emparejamiento que tuvieron los pivots de Unicaja Green y Thomas, contra pivots que no demostraron el mínimo nivel defensivo como Pablo Aguilar y Luke Harangody. Los pivots valencianos fueron superados, en múltiples ocasiones sin que estos pusieran una gran resistencia, con la circulación de balón conseguian romper el sistema defensivo local y conseguir canastas fáciles debajo de canasta. 

Por parte malaguista, el partido ha sido planteado de manera magistral por Joan Plaza, cargando en ataque sobre los puntos débiles del rival, el puesto de alero alto y el de ala -pivot, consiguiendo como resultado unos números importantes en anotación por parte de Kuzminskas 18 puntos y Thomas 17. El porcentaje de tiros no demuestra el gran desequilibrio que se ha visto sobre la pista, en triples ambos equipos han estado desacertados cinco de 21 los locales y siete de 26 los visitantes, pero los triples de los malagueños han sido en momentos decisivos y los fallos de los taronja han coincidido con esos mismos momentos. Todo el juego del equipo malaguista esto enfocado sobre estos dos puntos débiles y los aprovecharon ataque tras ataque, puesto que tanto Rafa Martinez contra Kuzminskas como los pivots Harangody como Aguilar, se mostraron muy lejos del nivel necesario para poder defender a estos hoy acertadisimos jugadores. El alero por cuestiones físicas que le hacían imposible llegar a puntear los tiros del lituano. Y los pivots por la falta de intensidad que demostraron ante un rival que aprovechó perfectamente sus virtudes.

Impotencia por parte de los taronja

Pero la sensación que ha marcado el partido ha sido la impotencia de los locales a partir del segundo cuarto, cuando las canastas de Unicaja parecían fáciles y la canastas de los valencianos venían precedidas de múltiples intentonas y de choques contra la ferrea defensa contraria.  El planteamiento del técnico serbio fue algo sorprendente prescindiendo bastantes minutos de la opción de jugar con dos pivots, demostrando la poca confianza que tiene en el momento de forma que tienen varios de los hombres que ocupan esa posición en su actual plantilla. 

La afición no cargó las tintas excesivamente contra ningún jugador, pero lo que si demostró antes de partido es su total apoyo al entrenador cuando fue galardonado con el premio Antonio Diaz Miguel al mejor entrenador de la temporada pasada. Asumió al final del partido que el rival había sido mejor y que queda mucho trabajo por hacer en este equipo para llegar a parecerse al de la gloriosa temporada anterior. 

A partir de ahora, a Valencia Basket, le queda el dificil el reto de afrontar un encuentro a vida o muerte contra Galatasaray en Euroliga, donde posiblemente llegue con dos bajas vitales, la segura de Van Rossom y la posible de Romain Sato, el más difícil todavía para los taronja. Y el no seguir perdiendo partidos en Liga Endesa y alearse de los puestos que dan derecho a disputar la Copa, de los que ha salido con esta derrota. 

VAVEL Logo