Continuamos disfrutando de una final espectacular con un segundo partido que no ha defraudado absolutamente a nadie. Si el primer partido pareció emocionante, este ha tenido más elementos y sucesos para catalogarlo como tal. 

Mejor arranque valencianista

Al comienzo del choque, el Valencia salió más activo y sabiendo mejor lo que tenía que hacer. En el primer partido ya jugaron muy bien, y en este, se limitaron a seguir haciendo bien las cosas. Esa línea ya era muy positiva y lo volvieron a demostrar que son un equipazo. El 0-5 con el que empezó el duelo fue un buen presagio para lo que iba a suceder al final a los valencianistas. El primer cuarto fue de dominio ché, con varias acciones destacadas de Luke Sikma que consiguió hasta tres canastas con tiro adicional. Con solo unos minutos disputados, el Valencia ganaba 10-21. Tras este marcador, se produjo un parcial de los blancos que frenó Pedro Martínez con un tiempo muerto (20-24). Finalmente, el primer periodo terminó 22-28 y aún faltaba lo mejor.

Se mantuvo en guion del primer cuarto y los valencianistas llegaron a ponerse nueve arriba (27-36). En este momento, comienzan las primeras polémicas arbitrales con señalizaciones que descontentaron al público. Hubo dos faltas muy discutibles sobre el Valencia Basket, pero lo que de verdad encendió al respetable del WiZink Center fue una falta posterior sobre Felipe Reyes que, en un principio, parecía muy clara, pero que los árbitros no la señalaron. El público percibía un doble rasero a la hora de penalizar la dureza. Aun así, el Madrid no se despegó del partido en ningún momento y gracias a un triple del “Chapu” Nocioni, el resultado al descanso fue de 41-43.

Bojan Dubljevic como principal protagonista

A la vuelta de los vestuarios, el Valencia fue, de nuevo, el primero en pronunciarse un triple de Fernando San Emeterio. En la siguiente jugada, lanzó y fallo Anthony Randolph. El ala-pívot volvió a estar muy desaparecido en ataque y su irregularidad está siendo una lacra para el Madrid. Tras el triple visitante, el Madrid encadenó varios ataques seguidos. Cuatro puntos seguidos de Gustavo Ayón (que jugó menos minutos por acumulación de faltas) y un contrataque de Sergio Llull que ponía al Madrid por delante por primera vez en todo el partido (47-46). Sin embargo, la alegría madridista duraría poco cuando surgió la mejor versión de Bojan Dubljevic. El pívot valencianista, aprovechándose de una delicada situación de faltas de los pívots blancos, encadenó seis puntos consecutivos casi sin pestañear, con una facilidad pasmosa (terminó con 20 puntos).Ante esta situación, Pablo Laso recurre a Felipe Reyes, que acabó realizando un partidazo. (14 puntos) y lo que restaba de cuarto se convirtió en un intercambio de golpes que finalizó Sergio Llull con una de sus habituales “mandarinas” (64-61).

Los jugadores celebran una victoria clave. | Foto: acb.com

Comenzaba el definitivo cuarto con todo por decidirse, y el jugador que decidió ganar el partido fue Antoine Diot. El base francés empezó a repartir juego de maravilla y encontró varias veces a sus compañeros en solitario. Además, Dubljevic mantuvo el nivel del anterior cuarto y se sacó una bandeja y un triplazo para poner a su equipo cuatro arriba (66-70). Se había alcanzado la tensión máxima, donde cada detalle cuenta y los errores se pagan caros. Errores como una pérdida muy evitable que cometió Doncic (partido irregular del esloveno) al pasar una bola sin ver que Diot estaba en la línea de pase. Esa pérdida se convirtió en falta de camino franqueado de Llull y concedió una ventaja de cinco puntos a Valencia Basket. Este error fue una losa muy pesada que el Real Madrid fue incapaz de levantar. Tuvo opciones de ganar el partido, pero cometieron errores en sus últimos ataques y permitieron que Valencia cogiera dos rebotes ofensivos en el último minuto que se transformaron en tiros libres y puntos. Con estos tiros libres, los ‘chés’ aumentaron su ventaja y se llevaron este segundo partido de la final por 79 a 86. El factor cancha pertenece ahora a los valencianistas y habrá que ver si la consiguen aprovechar en la Fonteta para proclamarse campeones de liga. Palabras mayores.

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Sobre el autor
Nicolás García
De pequeño quería ser futbolista, ahora quiero ser una disonancia ludonarrativa. Tengo un canal de Youtube: BALONCESTO POR ACCIDENTE. Escribir se me da casi tan bien como dormir, y cuando duermo, sueño con conocer a Tim Duncan. Amigo al instante de todo aquel que no idolatre a Tarantino y que haya jugado (y amado) a The Last Of Us. Por último, estudiando Periodismo en la UC3M, aunque el buen periodista no se hace en las aulas, se hace en las calles.