Sin ver el partido, el marcador no sorprende. Mientras el FC Barcelona ya estaba eliminado de la Euroliga antes del encuentro, el Real Madrid se jugaba la ventaja de campo.

La defensa se impone en el primer cuarto

El primer tiempo muerto de Bartzokas llegaba con un seis a dos en el electrónico. Sus pupilos no veían aro, como de costumbre, y las pérdidas se agolpaban. Tyrese Rice se vio completamente superado y la ofensiva culé lo notó.

Así el Barcelona cerraba con 13 puntos el primer cuarto. Una actuación que dejaba a los jugadores de la Ciudad Condal en valoración negativa frente a los merengues, que supieron responder en todo momento desde la defensa.

Este primer cuarto sentaba las bases de una primera parte poco espectacular pero muy seria para el Madrid, con un Barcelona sumiso al juego blanco.

La segunda parte sería completamente al revés. El juego ofensivo brilló más, aunque no era difícil, y el festival de triples apareció en el Wizink Center.

Bartzokas acapara los focos

Si por algo será recordado el segundo cuarto del partido será por el show del entrenador visitante. Sus continuas quejas y protestas injustificadas terminaron con el entrenador griego dentro del campo y encarando al árbitro.

¿Resultado? Expulsión directa de Bartzokas. Seguramente este partido, tras la lamentable temporada de su equipo y la imagen dada hoy, haya sido su último al frente del Barcelona contra el Madrid.

Por supuesto su expulsión no sentó bien al equipo, que no pudo reaccionar y se vio envuelto en una guerra que no les favorecía. En vez de trabajar por la victoria las técnicas señaladas y los parones frenaron al Barcelona.

Otro cuarto pobre con 14 puntos anotados, mientras los blancos se quedaron en 19. Una primera parte muy floja para los visitantes, que ya se encontraban por detrás en el marcador y con sensaciones aún peores.

Un Madrid arrollador

No necesitó demasiado el Real Madrid para imponerse y aun así tuvieron de sobra. Sergio Llull dio otro de sus shows, con varias mandarinas marca de la casa; junto con un espectáculo de mates con Luka Doncic, Othello Hunter y Gustavo Ayón como protagonistas.

El propio Ayón, Luka Doncic y Jonas Maciulis fueron las tres figuras que brillaron al lado del base: el mejicano, con 14 puntos y cinco rebotes, acompañó en la anotación a Llull y Anthony Randolph; Doncic no miró demasiado al aro, pero terminó con un gran all-around game; más el lituano, en su versión reboteadora y defensiva que más gusta.

Los 41 puntos de la primera parte quedan algo por debajo de la media anotadora del equipo, pero el trabajo defensivo permitió dejar el encuentro encarrilado para la victoria en los primeros 20 minutos. Primera parte sentenciada, además, con una mandarina impresionante de Llull. Otra más de las suyas.

La segunda parte, más vistosa

El Barcelona se animó en el tercer cuarto, especialmente desde el triple. Petteri Koponen y Rice se combinaron para un gran acierto desde el exterior (siete de once en total) y redujeron distancias en el marcador. De hecho los culés ganaron el cuarto 23 a 24.

Sin embargo con un Trey Thompkins muy efectivo, nueve puntos en 18 minutos, y un buen trabajo de Hunter, los blancos aguantaron y sentenciaron para un último periodo muy relajado.

Los blancos con esta contundente victoria se aseguran el factor cancha en vistas de su próxima visita a Grecia para enfrentarse al Olympiacos la próxima jornada.

Por otro lado, el FC Barcelona Lassa, ya eliminado antes de esta jornada, se prepara para el próximo partido sin más objetivo que pelear por su orgullo.

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Sobre el autor
Nacho Losilla
Periodismo en la URJC de Fuenlabrada (Madrid). Enamorado del baloncesto y de la escritura. Formándome poco a poco en lo que más me gusta.