El Fuenlabrada sigue con el trabajo en las oficinas de cara a la temporada que se avecina. La plantilla se está renovando y ya son varios nombres los que han llegado en las últimas semanas al equipo fuenlabreño. Tras las incorporaciones de jugadores como Vargas o Eyenga, le ha tocado el turno a Emir Sulejmanovic, bosnio de nacimiento pero nacionalizado finlandés (pese a ello, ha decidido formar parte de la Selección bosnia en el futuro), que aterriza en el club madrileño para aumentar el fondo de armario y ampliar la juventud de la plantilla. Con 22 años, ya conoce bien el baloncesto europeo y su estilo de juego. Criado en la cantera del Barcelona, el ala-pívot compitió dos años atrás en la LEB Oro, con unas buenas estadísticas de anotación y rebote al final de temporada.

Su futuro se presenta prometedor aunque los números logrados en el Cibona de Zagreb, equipo de la liga croata, no han sido los más propicios para seguir la curva ascendente que llevaba. Cerca de 8 puntos y 5 rebotes por partido han sido sus cifras más recientes en la FIBA Champions League. Por el contrario, en la liga de Croacia, su media de anotación se redujo a 7,2 y la reboteadora a 4, un ligero bajón respecto a la competición europea.

Con una trayectoria corta y sin demasiados galardones por el momento, Sulejmanovic se posiciona como una joven potencia de los Balcanes del que se esperan grandes cosas bajo el poste y una adaptación más rápida de loa habitual al conocer algo el baloncesto español desde que se inició como profesional. Su tamaño y peso le convierten en un jugador poderoso cerca del aro y difícil de defender. Junto a la llegada de Emir, está la duda de Nacho Martín. El jugador se entrenará por el momento con el equipo fuenlabreño y no se descarta que se le pueda ofrecer un contrato temporal pese al interés de GBC y Burgos. 

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Sobre el autor
Víctor Sánchez Franco
Periodismo y Comunicación audiovisual. Redactor en Villarreal Vavel y Atleti Vavel, y copresentador de Silbato Deportivo. Ahora en Baloncesto Fuenlabrada Vavel.