Con el balsámico y vital triunfo del pasado domingo en San Pablo contra un rival directo como es el Betis ya van tres victorias en los últimos seis partidos, un bagaje bueno si tenemos en cuenta que las tres derrotas han llegado contra equipos de la parte de arriba: Valencia, Unicaja y Barcelona. Además, los partidos contra andaluces y valencianos fueron fuera de casa y fueron perdidos por un margen inferior a cinco puntos. La Penya dio una muy buena imagen –no se puede decir lo mismo del partido contra el Barcelona- y pudo incluso llevarse los dos partidos, lo cual corrobora la mejora general del equipo en este tramo importante de la temporada.

La permanencia ha sido es y será para la Penya el objetivo fijado temporada tras temporada los últimos años, a pesar de que alguna temporada el equipo pueda dar la sorpresa y colarse en la Copa del Rey, por ejemplo, tal como sucedió en la 13/14 entonces a las órdenes de Salva Maldonado. Este objetivo pasa primordialmente por asegurar los partidos contra rivales directos como Estudiantes, Sevilla y sin ir más lejos este domingo en casa contra el Rio Natura Monbús Obradoiro. El de domingo será un partido duro, competido y difícil de sacar, pero los verdinegros contarán con el factor cancha y con dos jugadores que han tenido gran parte de la culpa de estas buenas actuaciones del equipo, hablamos de Albert Sàbat y Alberto Abalde.

Entre los dos anotaron en Sevilla 42 de los 71 puntos del equipo, es decir un 59% de los puntos totales del equipo, muchos de ellos en momentos clave del partido como en ese estelar segundo cuarto donde dinamitaron el partido con un brutal parcial de 5-21 que acabó siendo definitivo para el porvenir del partido. El compañero penetra, y si sale el defensor dobla a esquina para el triple de Sàbat. Y si no es tras penetración, me lo tiro al contraataque, que debe pensar Albert. Y la verdad es que cuando hay confianza, no hay preocupación para este tipo de tiros a priori más precipitados. 5/10 en triples en Sevilla con algunos de ellos en los momentos calientes del partido, cuando parecía que los locales daban un arreón que les hacía creer en la remontada, pero ahí estaba Sàbat con su fusil para apaciguar la reacción bética. Experiencia, dominio de balón, una privilegiada visión de juego y un temperamento y capacidad para pausar el juego a su antojo que le convierten en el metrónomo verdinegro. El juego lo marca él. Sàbat se ha convertido en un jugador especialista en momentos determinantes, una especie de asesino silencioso con la sangre fría necesaria para matar los partidos cuando más lo necesita el equipo. Es, sin duda, uno de los fichajes más rentables y amortizados del club.

Otro jugador que está pasando por un momento dulce de forma es el alero Alberto Abalde. El coruñés promedia en los últimos seis choques 12,3 puntos incluido su tope personal en Liga Endesa de 20 puntos del pasado domingo. El caso de Abalde es un poco distinto al de Sàbat. El gallego no tiene en el acierto del triple su principal arma en ataque esta temporada (está tirando en un 30,5% desde la línea de tres) sino que es un jugador que explota sus brutales condiciones físicas para romper a los defensores. A su juventud (recordar que sólo tiene 21 años) debemos sumarle una enorme envergadura (tiene los brazo muy largos) y altura (202 cm) que no le impiden ser un jugador ágil y veloz. Abalde aprovecha estas características físicas para ser un alero completo, con desparpajo, los fundamentos "marca Penya" y con unas aptitudes atléticas y técnicas privilegiadas que deben propulsarle a la élite del baloncesto nacional los siguientes años. Una vez fija el defensor y encara el aro se convierte en un jugador muy difícil de parar en carrera, con un amplio número de recursos en los postes, con un muy buen tiro a media distancia tras bote y con una buena lectura de los espacios. Abalde es la última perla –con el permiso de Neno- de la inagotable cantera verdinegra.

Sin duda en Badalona esperan que el domingo su "dúo dinámico" raye al mismo nivel que estas ultimas jornadas para batir al rival más directo posible, el Obra de Moncho Fernández, porque ahora es cuando el equipo les va a necesitar más que nunca.

 

VAVEL Logo
Sobre el autor