Pocos habrían apostado hace unas semanas a que estas dos selecciones protagonizarían el encuentro por el tercer y cuarto puesto del Eurobasket 2017. Con importantes ausencias en todos los combinados aspirantes al título, no por ello las opciones de ambos equipos presentaban muchas semejanzas.

Trayectorias dispares

Por un lado, España (2ª en el ranking FIBA) llegaba con la vitola de ser uno de los favoritos (si no el principal), manteniendo gran parte del bloque que le llevó a conquistar el bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Por otro, Bazarevich se presentaba a su primer Eurobasket (tomó las riendas del combinado nacional en Enero de 2016) con un bloque sin grandes novedades, donde los veteranos siguen llevando las riendas y que en los dos últimos campeonatos de Europa (2013 y 2015) no pasó de la primera ronda eliminatoria (novena en el ranking FIBA antes de esta cita).

Y sin embargo , aparte de Eslovenia y Letonia, Rusia pasa por ser una de las sorpresas positivas de este campeonato. Tras una fase de grupos donde superaba a Turquía en Estambul, Serbia, Bélgica y Gran Bretaña (sólo Eslovenia, a la postre una de las finalistas, era capaz de superarle), sorprendía en octavos de final (101-78) a una Croacia que apuntaba más alto que los de Bazarevich. En cuartos, en un partido más igualado (74-69) superaba a una siempre rocosa Grecia en una segunda parte de partido donde Shved demostraba que a sus 28 años se ha convertido en un líder sólido, manteniendo intacto su instinto anotador.

Shved y sus lugartenientes

El escolta de Belgorod ha sido el máximo anotador en todos los encuentros. No ha bajado de los 20 puntos que anotó ante Bélgica, llegando hasta los 33 del pasado viernes ante Serbia cuando a punto estuvo él solito de dejar a los de Djordjevic fuera de la final. Con 25.1 puntos por partido, es el máximo anotador destacado del campeonato. Pero no sólo eso. En Rusia, nadie juega más minutos que él (31.5), ni asiste (6.3) ni tira (16.7)… Bazarevich sabe que las opciones de su equipo pasan por su talento y le concede carta blanca en ataque.

Shved supera a Jovi / Foto: FIBA
Shved supera a Jovic / Foto: FIBA

Del resto, destaca un Mozgov que aunque sin brillantez, está consiguiendo sumar 13.3 puntos y 7.1 rebotes con buenos porcentajes. A partir de ahí, nadie más anota con consistencia. Por fuera, Fridzon desde el banquillo aporta casi ocho puntos y Khvostov dirige al equipo sin apenas mirar al aro (6.6 puntos con apenas cinco tiros de campo por partido). Vorontsevich jugando de cuatro  es el gran apoyo de Mozgov cerrando los rechaces (5.5 por partido), aunque en ataque se prodiga más desde más allá del 6.75 aunque con eficacia discreta.

Superioridad…sobre el papel

Pese a la decepción de la derrota ante Eslovenia, los de Scariolo dependen de su puesta en escena para llevarse el bronce. En la pintura, los Gasol, Willy, Oriola… son muy superiores a Mozgov y compañía. Ya en semifinales, Marjanovic hizo ante Rusia su mejor partido mostrando las flaquezas del juego interior ruso. Forzar el juego al poste bajo para lastrar con faltas al center de los Nets  es la vía para producir con facilidad por dentro (justo lo que nos faltó ante los balcánicos, aparte de cerrar el rebote defensivo).

Por fuera, las dotes defensivas de Sastre o San Emeterio y las ayudas de Ricky deben dificultar lo suficiente el tiro de Shved como para reducir sus porcentajes desde la línea de tres puntos. Nadie más (salvo quizá Fridzon en un día inspirado) parece capaz de tirar de su equipo para llegar con posibilidades al final del encuentro.

La motivación de Bazarevich y los suyos estará sin duda en un nivel muy alto…algunos de los  veteranos es posible que no se vean más en una oportunidad de medalla como esta. Y sin embargo, hasta en esto los nuestros tienen una ambición superior: despedir al capitán Juan Carlos Navarro como se merece (a falta de oro, bueno es el bronce).

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