Los Silos: magistrados de la cultura
Plaza central durante una actuación. Fotografía: Ayuntamiento de Los Silos

No hay mayor libertad que la de un cuento narrado ni mejor aleteo que el del tintineo de las hojas pasar. Quien visita Los Silos en el primer fin de semana de diciembre revive esos momentos de infancia en que los sueños resucitaban despiertos cuando, antes de dormir, papá o mamá leía la historia que tanto apreciábamos.

2015 acogió la 20ª edición del Festival Internacional del Cuento de Los Silos

El festival del cuento que allí se celebra edulcora la vida de los que mantenemos el pulso a una sociedad cada vez más sorda y maniquea. Se ablanda el inmenso cayo de violencia creado sobre la civilización, cuando 3000 ciudadanos del mundo, en su mayoría rehenes de tanta inapetencia y malestar, aprovechan la oportunidad que les da Canarias para volver a sentir.

Para ellos diciembre es una nueva contraseña que abre los muros levantados durante la vida real. Saben que cuando pisan el suelo del litoral norteño sienten la incorrupción de los niños que fueron niños justo antes de dejar de serlo.

Los Silos, catedral de la literatura y el arte

Poetas, escritores, actores, músicos y ciudadanos volvieron a congregarse alrededor de las palabras para celebrar el sepelio del estigma y las amalgamas. Los Silos es un pueblo en toda su condición. De esos en los que las campanas repican, la humedad paga impuestos y miran mal si no les eres familiar. De esos en los que la plaza preside, la iglesia escolta, el ayuntamiento vigila y el ambulatorio acaba la lista. Allí no hay casas de tres pisos ni música de reggaetón ni alcaldes que manden más que el cura.

Fotografía: Ayuntamiento de Los Silos.

En 2015 la temática del festival versó de caballeros y molinos, de doncellas y Rocinantes y campos de tierra y paja. El Quijote englobó un evento que duró de lunes a domingo, justo antes del puente de la Constitución, entre patios encuentados, charlas literarias, noches del terror y veladas de poseía.

Santiago Martín: "El Festival ha puesto a Los Silos en el mapa de Canarias"

“Es un acontecimiento que ha puesto a Los Silos en el mapa de Tenerife y de Canarias”, comenta el socialista Santiago Martín, alcalde desde 2003.  El pueblo tiene gran parte de culpa de que esta cumbre literaria haya sido un éxito en sus veinte ediciones de historia. Además de los estudiantes (que decoran las plazas del lugar) cada año jóvenes y adultos arriman el hombro para sacar partido de un Festival que a todos favorece. “Nos sentimos orgullosos de aprovechar este evento para acercar la literatura a geriátricos, centros de discapacitados, hospitales y colegios. Ese prisma social es fundamental”, añade el edil, orgulloso tras el buen funcionamiento de la vigésima edición.

Santiago Martín, alcalde de Los Silos. Fotografía: Fabio Benítez

El director de este evento, Ernesto Abad, no deja de acumular ambiciones conforme, año tras año, supera las expectativas. Dice que el éxito del festival “se debe a las ganas de cultura que tiene la gente, y no precisamente al apoyo político”. Cuestión que no es menor. Los Silos, con menos de 5000 habitantes, apenas ocupa posición en las agendas oficiales de los gobiernos de la Comunidad Autónoma.

Ernesto Abad: "El éxito se debe a las ganas de cultura que tiene la gente"

Tampoco es usual la presencia de este lugar en los medios de comunicación canarios. Comenta el jefe de prensa del Ayuntamiento, Francisco Pérez, que “las redacciones más importantes están en La Laguna, en Santa Cruz y en Las Palmas de Gran Canaria, todas ellas muy distantes de Los Silos”. “Nuestra imagen en los periódicos canarios depende del sorteo de necesidades de tantos municipios de la comarca norteña que, encima, no disponen de más de dos páginas por edición”, añade el funcionario. 

El Festival gozó de un cartel sublime

Conforme pasan las horas, los visitantes del Festival convierten sus afrentas en virtud. Sus problemas en caricaturas. Sus lamentos en poesía. Es inevitable que la magia del lugar rellene los vacíos personales de cada uno. Allí el mal claudica para permitir el baile de nuestras más honestas emociones.

La agrupación "Chinchillete también actuó en el Festival. Fotografía: Ayuntamiento.

Ilustres de la literatura infantil como el costarricense Rodolfo Suárez o la argentina, y premio Hans Christian Andersen (Nobel de literatura infantil y juvenil), María Teresa Andruetto, completaron un cartel de difícil parangón, al menos, en eventos de semejante índole en España.

Ángela Arboleda (Ecuador), Mar González Novell (Barcelona), Liliana Cinetto (Buenos Aires) o Benigno León Felipe (Tenerife) fueron otros nombres propios que mezclaron el humor con el cuento, la retórica con la música, la belleza hecha carne, el arte, en definitiva.

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